2. Overview

El desarrollo de las tecnologías de grabación nunca deja de avanzar. Los ordenadores y los estudios digitales llegaron ya también al sector semiprofesional. A pesar de esta evolución, una mesa de mezclas sigue siendo una de las primeras compras que hace un músico. Ya sea para la mezcla en el próximo concierto, para crear una mezcla de monitorización para una banda, para conectar múltiples fuentes de señal (sintetizadores externos o micrófonos de batería) o como "caja de distribución" delante del ordenador para ahorrarse las faenas de los recableados, eso ya es cosa de cada usuario. Los posibles usos de una pequeña mesa de mezclas son prácticamente ilimitados.

Hace apenas unos años, los mezcladores más pequeños a menudo tenían que hacer concesiones en cuanto a calidad, pero gracias al progreso técnico la situación ha evolucionado en beneficio de los usuarios. Dispositivos en condiciones (en el caso de las mesas de mezclas pequeñas ya no hay distinción entre directo y estudio) están disponibles en nuestra tienda online desde sólo 39,00 euros. Cada vez es más común encontrar unidades de efectos integradas incluso en pequeñas mesas de mezclas, que, al menos para el escenario, ahorran gastos adicionales en dispositivos adecuados, pero también en tareas de cableado. Una de las últimas tendencias son los convertidores digitales integrados con interfaces USB 2.0 o Firewire, que permiten una fácil integración en aplicaciones de ordenador. Pero normalmente tampoco todas las funciones son realmente necesarias.

De manera que el usuario se enfrenta de nuevo al dilema de qué mezclador es el adecuado para él. Veamos pues algunas características técnicas que podrían ser decisivas para su compra.

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