Los pedales Mooer son una verdadera sorpresa por su alta calidad a un precio más que accesible y por su formato reducido, factor que agradecemos aquellos que tenemos pedaleras superpobladas. Utilizo el Yellow Comp y el Pure Boost también de Mooer al lado de pedales boutique y, sin duda, los pequeños Mooer cumplen su función sin achicarse al lado de pedales que cuatriplican su precio.
El Yellow Comp cumple excelentemente con las tareas básicas de compresión de guitarra en situaciones tanto de estudio como en directo. La compresión en settings extremos hace que el ruido de fondo sea más perceptible, pero el pedal no añade ruido por sí mismo. Como tantos otros diseños de compresores para guitarra, el Mooer trabaja con parámetros de ataque y release fijos, permitiéndonos controlar únicamente la cantidad de compresión, el volumen de salida y el tono. La simplicidad de los controles y la efectividad de los mismos es un punto a favor.
El pedal accionado no es completamente transparente en cuanto al tono de la guitarra, pero el control de tono permite equilibrarlo un poco al gusto (o modificarlo de forma más radical si es lo que buscamos). Yo lo utilizo de forma que el pedal está siempre activo con una cantidad de compresión moderada (a una cuarta parte de su recorrido) y estoy satisfecho con el control de dinámica y la integridad de mi señal, si bien percibo un cambio en el contenido frecuencial de mi guitarra (parece que las frecuencias medias se vuelven más densas a costa de perder un poco de grave y claridad en agudos, pero nada radical).
La posición de los potenciómetros mini para el control de salida y tono no siempre es fácil de ver, pero en mi experiencia no he necesitado mover demasiado esos potenciómetros incluso cambiando la cantidad de compresión.