Pocos instrumentos tan aparentemente sencillo,s ofrecen tantas posibilidades como una melódica. Básicamente un organillo de láminas, o una armónica con teclas , como se le prefiera considerar. El hecho es que permiten hacer matices por la intensidad de soplido, variaciones tímbricas según la forma de soplar, acordes y melodías, permitiendo recursos que otros instrumentos no pueden (como modificar el timbre y la intensidad una vez ejecutado el ataque de la nota, algo propio de los instrumentos de viento). Además la combinación con el teclado, ofrece una forma fácil de iniciarse al reconocimiento de notas y escalas. Por eso ,considero que es un instrumento ideal para iniciar niños en sus primeras lecturas e interpretaciones y en la articulación de matices musicales.
En cuanto a la boquilla y el tubo ofrecidos por Thomann, tiene gran utilidad en este ámbito por los siguientes motivos:
1.Disponer del tubo flexible, permite al estudiante visualizar mejor el teclado, para una identificación correcta de las notas .Puede así avanzar en su aprendizaje de forma más sencilla.
2.Aunque la melódica de Thomann viene con un tubo flexible, otras muy difundidas y queridas, como la Student 32, no disponen de tubo. Con gran satisfacción he comprobado que el tubo y la boquilla Thomann encajan a la perfección con aquellas.
3.Por los mismos motivos, en un entorno de clase de música, disponer de pboquillas adicionales permite que el profesor pruebe o interprete en el instrumento del alumno de forma higiénica intercambiando las boquillas.
4.Por si fuese poco, el precio es imbatible, y viene bien presentada en un envase individual con cierre, para protegerla del polvo y suciedad.