De la serie de platos perteneciente a la gama PST3 de Paiste, y de esta gama, quizá es el peor parado en cuanto a sonido y calidad. El tamaño de un plato no debe importar para su acabado en cuanto a calidad de sonido, y este llega al aprobado, pero no lo supera. No otorga mucha versatilidad en cuanto a su uso y por su precio es recomendable solo como un capricho, dentro de un juego mas extenso de platos, al fin y al cabo no supera los 20€. Tiene un sonido muy estridente y depende de como sea golpeado puede resultar hasta poco agradable. Por otro lado no pesa nada y es muy sólido como sus compañeros de gama.