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6. Inseparable yet individual: reeds and ligatures

Caña

Las cañas de las boquillas de clarinete o de saxofón se fabrican de caña natural, la mayoría proveniente de cañaverales del sur de Francia o de España. Las cañas se ofrecen en diferentes grosores dentro de una escala de 1 a 5, con hasta tres medidas intermedias según fabricante.

Diferentes modelos de cañas

Pero es un inconveniente el que no haya ninguna norma que rija la designación de las medidas. Una caña de grosor 2 dependiendo del fabricante puede diferir en mucho su comportamiento.

Esquema de las diferentes escalas

La caña es el medio con el que el músico genera el sonido. También se las suele llamar alma. Una caña defectuosa o incorrecta puede acabar con toda la diversión de tocar.

La cañas finas, también llamadas blandas o ligeras por los músicos, son más sencillas de tocar y es más fácil generar tonos a bajo volumen con ellas, pero si son de baja calidad es fácil que dejen escapar aire. Las cañas más gruesas, o duras como las llaman los músicos, son contrariamente más difíciles de entonar, pero permiten con ello un mayor volumen y sobre todo son más expresivas en interpretación de solos. Las cañas gruesas en el toque de ensembles aportan a cada músico individualmente una mayor dimensión en control de tono.

Muchos músicos optimizan sus cañas para conseguir una todavía mejor entonación. Hay dos posibilidades. Por medio de lijar la superficie de la caña al completo o solo en parte, la caña se reduce en grosor, y con ello en facilidad de tocar. Y si la caña es demasiado fina se puede lijar ligeramente la punta acortándola.

La elección de la caña no depende solo de las cualidades para el toque, sino también de la boquilla. Como regla general se puede decir: Cuanto más amplia es la abertura, más blandas deben ser las cañas. Y lo mismo al contrario: Cuanto menor es la abertura, más duras deben ser las cañas.

La cuestión de qué caña es la idónea puede ser también igual de complicada que la búsqueda de la boquilla perfecta. Estas líneas generales quizás puedan ayudar al principiante a encontrar su boquilla y su caña:

O También encontramos las llamadas boquillas de estudiante: Estas destacan por una abertura intermedia. La ventaja es una respuesta fácil con un buen sonido.
O Con las cañas mejor empezar por las blandas. Una caña blanda evita el cansancio prematuro de la musculatura facial, y en primera instancia la respuesta es más ligera. En una caña blanda los sonidos se generan más rápidamente y son más claros. ¿Pero entonces por qué no quedarnos directamente con una caña de grosor 1 o 1,5? El sonido es el sonido. Las cañas blandas en una boquilla estándar producen un sonido muy afilado, que se hace más afinado todavía en tonos agudos. El deseo de un sonido más suave y voluminoso lleva a las cañas más duras, con mayores posibilidades de interpretación.

Junto a estas cañas tradicionales también encontramos hoy en día una gran elección en cañas de plástico o sintéticas. La ventaja de estas cañas está en su durabilidad y resistencia al desgaste, la inconveniencia es su sonido.

Abrazadera:

Otro elemento importante para conformar el perfecto triunvirato es la abrazadera. En la fijación de la caña a la boquilla hay, para los clarinetistas, dos posibilidades. O la conocida abrazadera o el hilo. En el saxofón sin embargo esta opción del hilo no existe.

Abrazadera
hilo
Pasador de caña

El hilo

La manera tradicional de ajustar la caña a la boquilla. La boquilla y la caña se fijan envueltas por un hilo. De esta forma la caña tiene la posibilidad de oscilar óptimamente. Este tipo de fijación requiere no obstante de algo de práctica.

El método más sencillo y rápido de ajustar la caña a la boquilla es por medio de una abrazadera. También aquí la elección es tan amplia como en las boquillas. Hay abrazaderas de cuero, plástico o metal. La variante más elemental tiene la apariencia de una sencilla pinza que se aprieta por medio de dos tornillos, aunque actualmente predominan los ejemplares con solo un tornillo que hacen todavía más fácil la fijación de la caña a la boquilla. Los modelos más elaborados presentan una superficie especial para asentar la caña, unas veces de goma, otras de metal y con diferente moldeado. Siguiendo las indicaciones de los fabricantes, las placas de apoyo pueden estar más indicadas para sonidos cortos o para respuestas rápidas. Pero también aquí entran otros factores en juego, por lo que se recomienda: Probar. Quien busque una abrazadera con gran terminación puede echar un vistazo a los modelos de Vandoren.

Quien trabaja con hilo, antes de la adquisición de una boquilla nueva debe pensar si desea seguir fiel a esta forma de fijación. Hay muchas boquillas con dos terminaciones, una para abrazadera y otra para hilo.

Un pequeño vistazo puede ser suficiente

O Todo el mundo reconoce a primera vista si es boquilla de clarinete o de saxo mirando el final de la boquilla. Si presenta una espiga con recubrimiento de corcho, se trata de una boquilla de clarinete.
O ¿Boquillas de clarinete para hilo o no? Si la boquilla presenta una superficie completamente lisa, no es apropiada para hilo. A una boquilla para hilo se le ven las „costillas“.
O Si se tienen varias boquillas a elección pero no se sabe cual de ellas tiene la abertura más grande a pesar de la relación de escala, queda todavía una opción. Contemplando la separación entre la punta de la caña y la punta de la boquilla se puede determinar la abertura. Cuanto mayor sea la separación mayor será la abertura.

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