3. Historia del cajón

Se puede afirmar si duda alguna, que el cajón a conquistado corazones dentro del paisaje musical de la Europa occidental. Tras llegar a España desde Perú a finales de los años 1970s (el loado guitarrista de flamenco Paco de Lucia lo introdujo para su sexteto en 1977 por primera vez), se extendió rápidamente en la escena del flamenco. A finales de los años 90s ya se había expandido triunfalmente por el resto de Europa occidental, una tendencia todavía en proceso.

La génesis de la historia del cajón en Perú todavía no ha sido aclarada con exactitud. A mediados del siglo 19 es mencionado por primera vez en conexión con la Zamacueca (música/danza peruanas). Según la opinión de algunos expertos, el cajón fue concebido partiendo de una caja de percusión africana, algo que otros constatan con planteamientos que vienen de la transmisión oral popular peruana: A los esclavos africanos en el virreinato peruano del siglo 17 el poder católico establecido les prohibía la posesión de instrumentos de percusión paganos. Y es que se temía que los esclavos pudieran comunicarse en la distancia con estas percusiones para organizar revueltas. Privados de uno de sus fundamentos culturales más importantes, los esclavos tuvieron el ingenio de tocar sus ritmos con objetos cotidianos a los que sí tenían acceso y que quedaban libre de cualquier sospecha. Según la misma tradición oral el cajón no era otra cosa que una simple caja de transporte que se fue convirtiendo paulatinamente en instrumento, experimentando desde entonces un continuo desarrollo.

El mismo origen debió tener en Cuba durante la época colonial, independientemente del desarrollo en Perú, lo que llevó a la formación del cajón oriundo del lugar. En los puertos se encontraban los trabajadores, que sobre cajas de transporte de diferentes tamaños tocaban la Rumba. Y así se fueron constituyendo diferentes formas de construcción, en general con mayores o menores diferencias respecto a la construcción peruana.

Sus personas de contacto