Soy un músico y estoy armando mi home studio para producir mi propia música, y debido a que el lugar donde vivo temporalmente no es apto ni está tratado acústicamente, los monitores no eran opción así que necesitaba unos buenos auriculares para mezclar y masterizar.
Antes utilizaba unos viejos (y económicos) Sony MDR-NC7 y después de mucho investigar me decidí ir por los AKG K712 Pro. Debo reconocer que los primeros minutos de escucha en mis nuevos auriculares, su sonido resultaba raro a mi oído... pero después de unos minutos usándolos y acostumbrándome a ellos puedo decir que son una verdadera maravilla y ya no puedo volver a los anteriores.
Funciona sin problema en mi interfaz de audio Solid State Logic SSL2, con un volúmen más que suficiente, incluso conectándolos a mi teléfono móvil (Xiaomi MI A2). Lo que más me llamó la atención de los AKG, es que si al momento de mezclar inmediatamente acusan si algo no suena bien. Cualquier frecuencia molesta o detalle fuera de lugar se nota inmediatamente; incluso ahora puedo distinguir perfectamente pequeños cambios en la dinámica de algún instrumento al aplicar compresión, incluso modificando levemente parámetros como el ataque o el ratio.
Su calidad de construcción es excelente, además que me encanta el color y el hecho de que el cable sea extraíble (y lo mejor, trae 2 para elegir de acuerdo a la comodidad de cada ocasión). Son muy cómodos y casi te olvidas que los tienes puestos después de un rato.
Como contra, tal vez podría decir que no son para cualquiera, debido a que son muy analíticos (aunque creo que al mismo tiempo es su mayor virtud para usarlos al mezclar o masterizar ). Si la fuente de sonido no es de buena calidad, o es música mal mezclada o masterizada, se oirá mal en estos auriculares; no disimulan ni suavizan los errores, sino que los exponen. Por otro lado, si los quieres para escuchar música bien mezclada y masterizada, son una auténtica maravilla y un disfrute tan sublime que debe ser experimentado para ser entendido.