Llevo usándolo años y cada vez que lo uso me da la sensación de que es un micrófono maravilloso.
El sonido siempre me deja alucinado, capta perfectamente todos los matices de las voces e instrumentos que grabamos. Capta de todo el sonido del entorno, por lo que hay que tener en cuenta que para todos los conciertos tal vez no funcione bien. He de decir que en algunas salas me ha funcionado perfectamente, y a veces está bien salir de los shure 58...
Es un sonido especialmente brillante, eso hay que tenerlo en cuenta, capta muy bien las frecuencias altas y consigue sonar bastante humano después de todo (he probado muchos micrófonos que le dan un sonido metálico a la voz y me horripilan, pero es cuestión de gustos).
El diseño es perfecto: a mí me gusta tanto el peso, como el color, como el tamaño y la proporción entre la cabeza y el tronco en sí.