Shure SM58S

El Shure SM 58S es un micrófono dinámico con patrón polar cardioide. La única diferencia con su hermano el Shure SM 58, es que éste último no lleva botón de apagado y encendido, por lo demás son idénticos en aspecto y prestaciones. Se suministra con pinza para su sujección en pie estándar de micro y funda de piel para su correcto guardado

Su utilización puede variar según las necesidades de microfonía que tengamos, pudiendo ser apto tanto para captar una caja de batería, como instrumentos de viento, guitarras acústicas o incluso una guitarra eléctrica. Pero su principal y mejor función, y por la que es mundialmente conocido (sin exagerar en absoluto), es la captación de voz en directo.

Su sonido dependerá obviamente del registro tonal del intérprete, así como de la ecualización y efectos de reverberación que apliquemos desde nuestra mesa de mezclas, aunque por lo general se consigue un sonido (y cuidado con esto) MUY NATURAL. Tanto que incluso a mucha gente, y hablo en experiencia propia, le parece que es demasiado "metálico". Bien, he de decir en defensa del Shure SM 58S que estos comentarios muchas veces se deben a que la gente antes no había probado un micrófono de tan alta calidad y con una capacidad de captación tan fina, si no que se habían limitado a comprar micrófonos de gama media-baja.
Dicho esto, para mí el Shure SM 58S obtiene simplemente el sonido "real" del cantante, sin edulcorarlo ni volverlo artificial, con una calidez apreciable a cualquier oído experimentado, pero que no roza lo abusivo como la mayoría de micrófonos que "suenan bien" o "suenan cálidos". De ahí que la gente diga que oye su voz con toques metálicos.

En cuanto al nivel de saturación, aspecto tan temido por cantantes de metal o heavy, así como de guitarristas, he de decir que soporta presiones sonoras altísimas, llegando sólo a saturar cuando el nivel de presión es tan alto que, de hecho, no haría falta ni micro.

La construcción, como viene siendo habitual en una marca como Shure, es toda en metal de alta calidad, resistiendo las duras batallas de los directos o el continuo ir y venir del estudio, siendo quizás sólo vulnerable la cápsula de rejilla que recubre la membrana. Los componentes eléctricos, así como las bobinas y membrana, son de una calidad acorde a su legendario nombre.

En definitiva, hay micrófonos de todas las gamas y precios, y evidentemente hay micrófonos con precios más bajos que éste, pero por mi experiencia personal y la de mucha gente alrededor del mundo, el Shure SM 58S es una apuesta segura en cuanto a prestaciones, calidad y resistencia. Su precio, que no es nada caro en comparación a lo que ofrece y a su calidad, debería ser perfectamente asequible para cualquier músico amateur o profesional, convirtiendolo en una elección idónea, contando con la confianza y prestaciones que ofrece, y que con toda seguridad (y está más que demostrado) nos durará muchisimos años.

Existen micrófonos más especializados para según qué uso, pero el SM58 es un todoterreno que cumple su función y que siempre viene bien tener a mano. Da igual si es para voces o instrumentos: este micro es una referencia y no es porque sí.

Al cogerlo ya notamos su peso y solidez y vemos que se trata de material profesional, fabricado a conciencia y con buenos materiales hecho para aguantar lo que le echen, siempre dentro de lo razonable. Por sacar alguna pega, el interruptor no parece tan sólido como el resto del micro y puede que a la larga sea una parte por donde puedan surgir problemas.

Viene perfectamente embalado y con sus accesorios (pinza y funda) aunque para un elemento tan frágil como un micro y más de este fabricante/gama/precio tal vez cabría esperar un estuche un poco más sólido: tuve el equivalente de Behringer (que no resultaba tan bueno ni mucho menos) y traía un estuche de fibra con el interior de espuma y con la forma del micro para que no se moviese en absoluto. No tenía problemas para desplazarlo sin preocuparme demasiado, con este en cambio tengo que andar con más ojo.

Escogí mal, puesto a que los requisitos que yo necesitaba era mucha más sensibilidad y que me permitiera ser útil al cantar y al grabar voces para doblaje y locución. y me encontré que para cantar, genial, pero para locutar... tener que gritar. Al principio no le di importancia, pensé que podía ser, quizá mi placa de audio, así que lo probé en una mesa de mezclas, y me dió exactamente el mismo resultado, y a cuanto más le subía la impedancia, más crispy se oía y ruido me generaba. Sin embrago, al tener una banda, va perfecto, pues al cantar se proyecta muchísimo más la voz y el sonido resultante es muy bueno, y al regularlo correctamente, el crispy sound ya no suena.
Y en cuanto a su estructura, es muy chiquitito y mono, pero es robusto como una piedra, a parte de ser muy muy chulo.
La otra costilla rota... es para la grabación de instrumentos, no termina de captar bien el sonido acústico. Pero que no os confundan, es un microfono muy bueno, en relación calidad precio, estilisticamente es muy chulo y dinámico.