4. El DJ-ing

Veamos: tenemos toda la técnica, el giradiscos gira y el amplificador está esperando trabajo. Ponemos el primer disco, colocamos el brazo con la aguja sobre el vinilo y subimos el Fader de la mesa, esto no debería plantear ningún problema a nadie. El siguiente disco, que lógicamente debería casar con el estilo del primero, se coloca en el segundo reproductor. Ahora la diversión puede comenzar.

Entonces y apoyado en los auriculares, ajustamos la velocidad del segundo disco a la del primero, que está sonando ahora. En este momento vuestro estilo de Mix juega un papel especial. O ajustas con la rítmica del bombo, o con la caja o las palmas (Claps). Esto se realiza con el regulador Pitch a la derecha del plato. Empujando o reteniendo el disco con el que se pretende mezclar se iguala el ritmo. Esto se ajusta hasta conseguir que los bajos se unifiquen, se sincronicen. Naturalmente tenemos el Beat-Keeper y el Counter, que nos indica los valores BPM más o menos fiablemente. Pero el oído es más exacto, además en ritmos entrecortados esa herramienta no es útil. Aquí más que nunca: La práctica hace al maestro.

Ahora buscamos el punto exacto donde se desea realizar la mezclar (atención, prestad atención al compás).

La parte más difícil estaría superada, ahora falta todavía mezclar el plato sobre la pieza que está sonando. Para ello sencillamente subimos lentamente el Fader del segundo canal mientras que al tiempo bajamos el otro, o bien mezclamos por medio del Crossfader. Pero esto no debe realizarse bruscamente, porque los oyentes lo notan. Lo mejor es ir subiendo poco a poco el Fader en cada golpe de bombo. También es recomendable esperar hasta el final del disco, porque en muchos de ellos se deja aquí, como también al inicio, una secuencia larga del ritmo. Con esto es mucho más fácil mezclar para los principiantes.

A veces es también aconsejable al mezclar el reducir o eliminar los graves, de manera que la transición suena más suave. Donde más fácil resulta mezclar es naturalmente en vacíos o transiciones con voces o melodías sin acompañamiento rítmico, pero hay que prestar atención a que case la altura tono, sino sonará chirriante.

Otra posibilidad es el Cutting, que se aplica en Tracks más rápidos y salvajes. Pero esto solo funciona si uno conoce sus discos bien y encaja todo con los arreglos del tema que está sonando.

De modo que divertíos probando. ¡Y no renunciéis demasiado pronto, también los mejores DJs tuvieron que practicar mucho primero!

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