3. Qué factores pueden perjudicar la acústica de vuestro estudio

Es importante saber, en el tratamiento contra los factores que afectan negativamente a la acústica de estudio, que todos los problemas que puedan surgir tienen un origen común: ¡Las reflexiones! Da lo mismo si se trata de resonancias de sala, ecos persistentes o de un tiempo de reverberación demasiado largo, de todas estas anomalías son responsables las reflexiones, es decir, los rebotes de las ondas en las paredes, el techo, el suelo y demás superficies duras en general que existan en la sala.

Las reflexiones no son malas en principio, pero dependiendo de las características de la sala también pueden resultar progresivamente problemáticas. Se trata en concreto de las dimensiones de la sala. Las típicas estancias de salón o dormitorios normalmente no suelen ser tratadas acústicamente. Pero cuando más pequeña es la sala, más negativamente afectan las reflexiones al sonido de la misma. En estos recintos la media del tramo que recorre el sonido antes de que rebote en alguna superficie es muy corta. La onda sonora apenas pierde energía en su propagación en la sala. Por eso las primeras reflexiones en relación con la ondas directas llegan poco retardadas al micrófono o al punto de escucha. Estas fuertes primeras reflexiones llevan a diferentes coloraciones de sonido, y por eso deben ser controladas.

Respuesta en frecuencia del filtro de pico

Las coloraciones del sonido por efectos de filtro de pico se producen cuando la onda directa y las fuertes primeras reflexiones se superponen en el punto de escucha o en el micro con una mínima diferencia de tiempo (la reflexión está más tiempo en camino por el tramo algo más largo que ha recorrido). Se llega a cancelaciones en determinada frecuencia fundamental y sus múltiplos impares, y a sumas en los múltiplos pares de esta misma frecuencia. La repuesta en frecuencia recuerda el orden linear de las púas de un peine común, por un lado con púas algo más anchas y por el otro más estrechas. A una escala logarítmica de frecuencias práctica las púas se estrechan y aprietan entre ellas con progresivo aumento de frecuencia. Cuanto más fuertes son las reflexiones más pronunciado es el efecto de filtro de pico, y como consecuencia cuanto más cerca está el micrófono de una pared más fuerte será la coloración de sonido. Lo mismo rige para el punto de escucha en la sala. Cuanto más cerca estén las paredes y el techo del punto de escucha, mayor será como resultado la coloración del sonido.

Reflexión en una pared dura
Respuesta en frecuencia del filtro de pico en el punto de escucha
Diagrama nivel-tiempo

Resonancias de sala (modos)

Las resonancias de sala, los llamados modos propios, pertenecen a ondas estacionarias y resultan especialmente perturbadores en el rango de graves. Los modos se manifiestan retumbando en forma de zumbidos y estruendo. Los instrumentos graves suenan imprecisos o, dependiendo de la nota, a veces demasiado finos y otras desmesurados. Los modos de sala tienen lugar cuando la mitad de longitud de onda o múltiplos de la mitad de longitud de una onda en una frecuencia concreta encaja exactamente limitada entre dos superficies. Se habla en estos casos de modos axiales (junto a estos encontramos también los más débiles modos tangenciales y oblicuos que no implican solo a dos superficies, sino a cuatro o seis). Con ello se producen cancelaciones en puntos concretos y sumas (ondas estacionarias).

Modos propios

Las frecuencias de resonancia más bajas que se producen, por ejemplo, producirán una presión sonora muy alta directamente delante de las paredes y los rincones y cantos de la sala. Por el contrario en el centro de la sala esta frecuencia se cancela casi al completo. A las frecuencias medias y altas se irán uniendo más resonancias hasta que la densidad de la resonancia sea tan alta que deje de manifestarse coloración. La figura arriba muestra otro problema de los modos. Como se trata de un fenómeno de resonancias, se almacena mucha energía sonora en los modos. Dura bastante tiempo hasta que esta energía sonora se disipa. En los modos más graves se puede reconocer muy bien (por el estruendo/zumbido).

Densidad de modos y comportamiento de reverberación de los modos

Los modos resultan más pronunciados en salas de pequeño tamaño con superficies paralelas.

Las peores son las salas de forma cuadrada y rectangular, donde la relación entre los laterales es completamente múltiplo (p.ej. 2 : 4 : 8). En iguales proporciones de sala las salas más pequeñas son también más críticas que las grandes porque las frecuencias de resonancia son especialmente efectivas en tonos fundamentales de la música. En relación con los modos propios, los techos bajos en espacios como sótanos en las nuevas edificaciones son problemáticos. La típica altura de los techos suele estar en unos 246 cm. Una persona algo por encima de la estatura media sentada en una estancia de estas características tiene sus oídos casi exactamente a la mitad de la altura de la sala. Para este tipo de construcción uno se sienta en relación con la frecuencia de resonancia más baja y sus múltiplos impares en más o menos el mínimo de presión. Las viejas construcciones no solo desprenden un cierto atractivo ilustre, también tienen ventajas acústicamente.

Ecos

Los ecos se producen entre superficies paralelas ante un rebote simultáneo o una onda sonora percusiva, por ejemplo al palmear con las manos. El impulso corto del sonido rebota en una de las paredes y va dirigido a la pared enfrentada donde se reflejará en dirección a la primera pared. Este proceso se repite rápidamente en serie hasta que se disipa completamente la energía sonora, cuanto más estrecho es el espacio entre las paredes paralelas más rápidos serán también los rebotes y más marcada será las coloraciones del sonido, que se perciben como un „Boing!“ metálico. La coloración sonora viene de la repercusión de modos de frecuencia alta que son excitados por los impulsos de onda repetitivos. Si además la densidad de modos en frecuencia media es mínima, entonces será más pronunciada la coloración de los modos excitados. Las frecuencias bajas propias de la sala apenas son excitadas aquí, porque necesitarían una excitación más continua. Por eso estos ecos son un fenómeno en el rango medio de frecuencia. Estos ecos comienzan a molestar sobre todo cuando la sala ya se encuentra bien amortiguada en otras direcciones de su geometría, es decir, cuando el tiempo de reverberación de la sala en general es más corto que el mismo eco.

Eco entre paredes paralelas
Diagrama nivel-tiempo

Mínima densidad de reflexiones (cualidad difusa)

También aquí se trata de un problema de las salas especialmente pequeñas. Las reflexiones al no tener que recorrer largos tramos rebotan rápidamente en la siguiente superficie volviendo a ser reflejadas. En cada sucesión de reflexión la energía sonora se va perdiendo hasta que se disipa tras pocos rebotes. Un campo sonoro denso o difuso con un comportamiento regular de propagación sonora no es posible conseguirlo así. Las coloraciones sonoras se escuchan también en este caso más bien metálicas, y se reducen prácticamente al retardo de la coincidencia de la emisión directa con las pocas reflexiones (efectos de filtro de pico).

Sobre la frecuencia de diferente tiempo de reverberación (RT60)

Es típico que la reverberación en salas pequeñas a lo largo del espectro de frecuencia sea bastante irregular.

En frecuencias bajas la resonancia viene definida por modos propios marcados. Las frecuencias medias y altas son reflejadas o absorbidas de forma irregular según la naturaleza de las paredes y el mobiliario. Las salas pequeñas suenas por eso a menudo retumbantes y metálicas. Auténtica reverberación como la que se produce en un pabellón o en una iglesia, no puede tener lugar en pequeñas salas. Por eso también es más correcto hablar de tiempo de desvanecimiento, que de reverberación.

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