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El mejor complemento para una pedalear clásica
Cuando el HX One salió a la venta, muchas voces criticaron su precio en relación a los anteriores HX stomp, Helix, etc., y a la vez surgieron preguntas relativas a la función que un pedal de este tipo pudiera cumplir.
Desde mi punto de vista, y para la necesidad que ha cubierto en mi caso, se puede evaluar al HX One de la siguiente manera:
- Dentro de una pedalear ya configurada de efectos individuales, analógicos o digitales, en la que se requiera una pequeño efecto de "navaja suiza", que permita ocasionalmente utilizar efectos que no sean los principales, para lo cual ya se disponga de dichas unidades.
En mi caso, puede ser un Screamer, un RAT o un Big Muff. Algún eco o reverb más barroco de lo habitual, o una segunda modulación de apoyo.
Por otro lado, el espacio que anteriormente ocupaba el afinador, ahora con el HX One se libera, y se sustituye sin ninguna pega.
La puerta de ruido, no sólo como efecto, sino como auxiliar en la entrada para cualquier efecto, permite combinaciones de ganancia antes evitadas y añade una sorprendente flexibilidad: por ejemplo, puedo configurar un preset con una puerta de ruido antes de la cadena de efectos, afectando a la señal de entrada, y otra al final de la cadena.
La calidad de los efectos es muy alta. Las distorsiones se codean sin problema con los pedales analógicos. Es cierto que se pueden encontrar diferencias con sus equivalentes clásicos, pero no más importantes en muchos casos que entre las distintas versiones de estos mismos circuitos.
Y de todos modos no dejan de ser útiles, ya que si se requiere la fidelidad al original más allá de toda duda, se acude al efecto analógico; no es este el uso principal de HX One.
Las modulaciones quizá, las más vintage, pueden estar a distancia mayor de los equivalentes analógicos, pero otra vez sin apartarse de la calidad suficiente como para ser una herramienta más muy de considerar.
Y para delays y reverbs, nada que objetar. Los delays cumplen sobradamente, y las reverbs, sin hacer sombra a las que dispongo actualmente, las complementan perfectamente con la amplia variedad creativa que suponen.
Es posible configurar el dispositivo en estéreo, o, como en mi caso, utilizando el bucle para no solo integrar en él los efectos que se desee (en mi caso las distorsiones y demás efectos de ganancia - ojo con aquellos delicados con las impedancias), sino que permite guardar el efecto del HX One antes o después de dicho bucle: por ejemplo, una memoria puede tener un delay del HX One después de las distorsiones, y otro un compresor antes.
En resumen, un añadido que vale la pena se mire por donde se mire, y que sin ser perfecto, se queda muy cerca.
Desde mi punto de vista, y para la necesidad que ha cubierto en mi caso, se puede evaluar al HX One de la siguiente manera:
- Dentro de una pedalear ya configurada de efectos individuales, analógicos o digitales, en la que se requiera una pequeño efecto de "navaja suiza", que permita ocasionalmente utilizar efectos que no sean los principales, para lo cual ya se disponga de dichas unidades.
En mi caso, puede ser un Screamer, un RAT o un Big Muff. Algún eco o reverb más barroco de lo habitual, o una segunda modulación de apoyo.
Por otro lado, el espacio que anteriormente ocupaba el afinador, ahora con el HX One se libera, y se sustituye sin ninguna pega.
La puerta de ruido, no sólo como efecto, sino como auxiliar en la entrada para cualquier efecto, permite combinaciones de ganancia antes evitadas y añade una sorprendente flexibilidad: por ejemplo, puedo configurar un preset con una puerta de ruido antes de la cadena de efectos, afectando a la señal de entrada, y otra al final de la cadena.
La calidad de los efectos es muy alta. Las distorsiones se codean sin problema con los pedales analógicos. Es cierto que se pueden encontrar diferencias con sus equivalentes clásicos, pero no más importantes en muchos casos que entre las distintas versiones de estos mismos circuitos.
Y de todos modos no dejan de ser útiles, ya que si se requiere la fidelidad al original más allá de toda duda, se acude al efecto analógico; no es este el uso principal de HX One.
Las modulaciones quizá, las más vintage, pueden estar a distancia mayor de los equivalentes analógicos, pero otra vez sin apartarse de la calidad suficiente como para ser una herramienta más muy de considerar.
Y para delays y reverbs, nada que objetar. Los delays cumplen sobradamente, y las reverbs, sin hacer sombra a las que dispongo actualmente, las complementan perfectamente con la amplia variedad creativa que suponen.
Es posible configurar el dispositivo en estéreo, o, como en mi caso, utilizando el bucle para no solo integrar en él los efectos que se desee (en mi caso las distorsiones y demás efectos de ganancia - ojo con aquellos delicados con las impedancias), sino que permite guardar el efecto del HX One antes o después de dicho bucle: por ejemplo, una memoria puede tener un delay del HX One después de las distorsiones, y otro un compresor antes.
En resumen, un añadido que vale la pena se mire por donde se mire, y que sin ser perfecto, se queda muy cerca.
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