In­for­ma­ción acer­ca de la Ca­lifor­nia Pro­po­sition 65

Aclaración: California Proposition 65

La Proposición 65 de California (oficialmente la "Ley de Aplicación de Agua Potable Segura y Tóxicos" de 1986) exige que las empresas que suministran productos al mercado de California adviertan sobre la exposición a sustancias químicas.

Con este fin se publica una lista de sustancias químicas que se sabe causan cáncer, defectos congénitos u otros daños reproductivos, que se actualiza al menos una vez al año. Esta lista, publicada primera vez en 1987, se ha ido ampliando desde entonces para incluir más de 900 sustancias químicas.

Con la exigencia de proporcionar esta información, la California Proposition 65 permite a las personas tomar decisiones fundamentadas ante su exposición a estas sustancias químicas.

¿Qué significa la advertencia de la Proposición 65?

La Proposición 65 no prohíbe la venta de un producto que contenga cualquiera de las sustancias químicas publicadas en la lista, simplemente requiere una nota de advertencia en el producto.

Si un producto está etiquetado de esta manera, no significa necesariamente que el uso del producto tenga efectos negativos para la salud, ni que el producto sea inseguro, sino que más bien puede considerarse como un derecho a la información en lugar de una pura ley de seguridad del producto.

Límites de la Proposición 65

El límite seguro en relación con los cancerígenos se calcula de modo que por cada 100.000 personas expuestas por 70 años a una de estas sustancias, no se exceda de más de un caso de cáncer.

En cuanto a las sustancias nocivas para la gestación, el valor límite se determina de modo que incluso si el nivel de exposición se multiplica por 1.000, no se produzcan defectos congénitos ni otros daños reproductivos.

Los límites establecidos en la Proposición 65 están muy por debajo de los márgenes decretados por diferentes autoridades sanitarias europeas.

Seguridad del producto en Europa

El fundamento de la nota de advertencia de la Proposición 65 es la base legal en California y el hecho de que el fabricante también proporciona el producto para el mercado californiano. La Proposición 65 no es una prohibición de sustancias, en lugar de eso las empresas pueden seguir usando esas sustancias siempre que así lo adviertan.

Sin embargo, cuando un producto se comercializa en Europa, ya está sujeto a las estrictas directrices de la UE de la ECHA (European Chemical Agency).

Las sustancias peligrosas se descartan aquí directamente de los productos a través su prohibición, y las infracciones se castigan directamente mediante la legislación penal.

Esta ley garantiza que los productos europeos sean seguros sin tener que volver a indicarlo explícitamente.

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