Si lo sé compro 2...
Esta pequeña maravilla se adapta perfectamente al puente de mi violín y reduce el sonido de una forma asombrosa. Practicar hasta altas horas de la noche sin molestar a los vecinos no tiene precio.
La primera duda que tenía antes de comprarla era sobre su colocación en el puente. Pensé que taparía las cuerdas para conseguir ese efecto, pero no, lo único que hace es 'sujetar' el puente añadiendo peso y amortiguando el sonido, parece increíble.
En mi caso lo he probado y no he tenido problemas al practicar viendo las cuerdas, ni tampoco he notado un aumento de peso en el violín (aunque el aparato pesa bastante).
No le veo ningún contra, he leído que hay que tener cuidado para no dañar el puente, y colocándolo suavemente no hay problema. Tampoco he tenido problemas al moverme tocando, queda fijo y no se mueve, y puedes subir todo lo que quieras las posiciones de los dedos que el efecto sigue siendo el mismo.
Completamente satisfecho con la compra y completamente recomendado para los que quieren practicar respentando el descanso ajeno o con un volumen más bajo por timidez.
Todos sonamos fatal al principio y esta pequeña herramienta puede ayudarnos a practicar de una forma más íntima.