Höfner Shorty Violin Guitar

I tried two of them. The first had terrible frets and was send back the second one had “ok” frets and I kept it.
Both needed fretwork, new nut and (definitely) other tuners.
It is not a toy/gimmick.
It feels and sounds more than just a “travel” guitar.
Robust and heavy for it's size.
Good electronics, great sound through an amp.
Nice sounding low output pickups that can handle overdrive very well.

Die Höfner Shorty Violin Guitar sieht aus wie eine kleine Version von Paul McCartneys ikonischem Bass, für mich als Beatles-Fan allein deswegen schon ein besonderes Schmuckstück. Ihre kompakte Größe macht sie darüberhinaus zur perfekten Überall-Mitnehm-Gitarre. Der Klang ist hervorragend, die Spielbarkeit ist sehr gut. Ich gebe kleine Abzüge für die Verarbeitung: Kleine Spuren am Griffbrett, der Hals zu gerade eingestellt, was sich mit dem beiliegenden Imbusschlüssel aber gut selbst korrigieren lässt. Der mitgelieferte Gigbag ist einige Zentimeter zu lang. Nicht gefunden habe ich eine kleine Gebrauchserklärung, die Auskunft geben könnte über die beiden Drehregler und den dreistufigen Wahlhebel. Auch ein Hinweis, dass die Verstellmöglichkeit für den Gitarrenhals unter der kleinen Abdeckplatte verborgen ist, wäre hilfreich. Fazit: Eine Traum-Gitarre zu einem Spitzenpreis.

No concibo una guitarra de viaje que sea igual de cómoda que una normal, pero ésta me ha parecido bien: una mejora respecto las otras shorty.
POSICIÓN
La Shorty Violin Guitar pesa 2,5Kg, 500gr más que las shorty sin forma de violín.
Toco mucho sentado y las otras shorty no tenían anchura suficiente, mis manos rozaban con los pantalones contínuamente. La Shorty Violín es un poco más ancha, y eso hace que el problema sea mucho menor.
La mayoría de las guitarras de viaje no están bien equilibradas: requieren sujetar el mástil para que no caiga. La Shorty Violín tiene las entradas de los lados del cuerpo para asegurar la posición sobre las piernas, y eso hace que la madera por debajo de dichas entradas equilibre un poco el peso del mástil. Sigue requiriendo sujetar el mástil, pero el problema se ha reducido mucho.
Vendí la antigua Shorty por ser poco ancha y por el "síndrome de mástil pesado", esta puntúa mejor.
El mástil está bien pero he tocado con otros mástiles mas planos, o que al menos me han facilitado más el usar el dedo gordo en el E grave. En la Shorty Violín me resulta un poco más difícil.
El mástil es de 24 trastes muy optimistas: tocar más allá del traste 21 no resulta tan fácil como en una superstrat o una guitarra de shredding.
Me resulta fácil empujar para "doblar" la guitarra para conseguir subir el tono unas centésimas, en un efecto de trémolo sin tener un puente con trémolo. Por el contrario me resulta bastante más difícil hacer el mismo efecto para bajar el tono, no puedo agarrar bien.
Los trastes están bien terminados, no espero enganchones de cuerdas. No parece haber trastes desnivelados, al menos para esta altura de cuerdas. Pero quiero bajar un poco las cuerdas y conseguir una acción más ambiciosa.
HARDWARE
Los afinadores me parecen correctos. No veo la necesidad de cambiarlos ni me dan ganas de mejorar nada en este punto. Igual la cejuela. El puente se ve robusto, adecuado. Los potenciómetros de Volúmen y de corte de agudos me resultan cómodos, lo mismo que el switch de tres posiciones.
El sonido de las pastillas me parece bien, en Internet hay videos de esta guitarra.
Un punto negativo de esta guitarra es que el sonido que se consigue es muy débil. En los videos de Internet hablan de cambiar los potenciómetros de 250KΩ por otros de 500KΩ. O más. Es posible que sea de las pastillas, tengo que estudiar el problema.
AJUSTE Y PRESENTACIÓN
La guitarra viene en plásticos dentro de una funda blanda. Luego viene dentro de una caja de Höfner y esa la envian dentro de otra caja de Thomann.
Trae unas cuerdas que me parecen bien, no sé si de 10 o 9. Me resultan cómodas.
La acción que trae de fábrica no es demasiado baja, todavía tengo que bajarla un poco. También tengo que octavarla. El diapasón está plano, no requiere apretar o aflojar el alma.
Un saludo