Los 10 discos para barbacoa imprescindibles: ritmos veraniegos, grooves y buena onda para prender tus brasas al ritmo de la música.

La banda sonora de tu Barbacoa

Con la llegada del buen tiempo también regresan nuestras queridas barbacoas. Ya sea como invitados o como organizadores, siempre nos gusta maridar comida y bebida con la banda sonora ideal. Y como gran amante de estos encuentros al aire libre, tengo una serie de discos infalibles que llenan de buen cualquier parrillada. Desde los ritmos cálidos del son cubano hasta los vientos dorados del jazz etíope, estos 10 álbumes son el complemento perfecto para convertir una barbacoa en un festín para todos los sentidos.

Buena Vista Social Club – Buena Vista Social Club (1997)

Este viaje al corazón de La Habana de los años 40 y 50, rebosante de son, boleros y danzón, es ideal para esos primeros compases de la barbacoa. Las canciones interpretadas por Compay Segundo, Rubén González y compañía, con sus ritmos cálidos, guitarras arpegiadas y percusiones suaves crean un ambiente relajado y festivo perfecto para cuando el carbón aún humea y las conversaciones fluyen tranquilas.

Stan Getz & João Gilberto – Getz/Gilberto (1963)

El clásico que introdujo la bossa nova al mundo. La mezcla de la voz susurrante de João Gilberto, el saxo aterciopelado de Stan Getz y los arreglos de Antonio Carlos Jobim evoca atardeceres de playa y brisas cálidas. Perfecto para amenizar la cocción pausada de los alimentos y para brindar con una caipirinha al ritmo de “The Girl from Ipanema”.

Willie Colon y Héctor Lavoe – Lo Mato (1973)

Ojo, que aquí la barbacoa se puede poner peligrosa. Trompetas, trombones y percusiones afrocaribeñas elevan el ánimo y despiertan el deseo de bailar alrededor de la mesa. Los “Bad Boys” de la salsa Willie Colon y Héctor Lavoe nos legaron un álbum de salsa de altos vuelos que actúa como combustible para el fuego. Si las brasas aún no han prendido, tras este disco estarán al rojo vivo.

Novos Baianos – Acabou Chorare (1972)

Un álbum fundamental del tropicalismo brasileño que mezcla samba, música popular brasileña y rock psicodélico. Voces cálidas, guitarras acústicas,  percusiones orgánicas y algún que otro estallido eléctrico, transmiten una alegría como la de pocos discos. Funciona de maravilla para esos instantes en que se sirve la primera ronda de cervezas y se comparten anécdotas bajo el cielo abierto.

The Specials – The Specials (1979)

Este álbum seminal de ska y 2-Tone británico carga de energía y buen humor cualquier reunión. Trompetas chispeantes, guitarras sincopadas y letras que combinan crítica social con bailes contagiosos. Ideal para animar el ambiente justo cuando las brasas alcanzan su punto y es hora de mover los pies mientras esperamos el primer bocado.

The Beach Boys – Pet Sounds (1966)

Este clásico de la psicodelia pop veraniega es un verdadero caleidoscopio de armonías vocales luminosas y arreglos orquestales innovadores. La obra maestra de Brian Wilson y uno de los mejores discos de la historia. Temas como “Wouldn’t It Be Nice” o “God Only Knows” desprenden una calidez nostálgica que casa a la perfección con la primera fase de la barbacoa: ese momento en que las brasas se asientan, las bebidas están frías y el aire huele a carbón. Un fondo sonoro ideal para relajar el ambiente antes de que empiece la verdadera fiesta.

Air – Moon Safari (1998)

El dúo francés debutó en 1998 con Moon Safari, posiblemente su mejor disco. En él despliegan paisajes oníricos de synth-pop elegante y minimalista, con claras influencias del lounge y la exotica. Sus bajos redondos, guitarras cristalinas y suaves grooves crean una atmósfera de ensueño diurno. Es el acompañamiento perfecto para la sobremesa, cuando el fuego se apaga y da paso a una charla sosegada con un cóctel refrescante en la mano.

Mulatu Astatke – Éthiopiques Vol. 4: Ethio Jazz & Musique Instrumentale (2000)

Pionero del Ethio-jazz, Mulatu combina ritmos tradicionales etíopes con arreglos de jazz y funk. Vientos sobre pentatónicas exóticas y grooves hipnóticos crean un ambiente estimulante y elegante. Perfecto para el tramo medio de la barbacoa, cuando se quiere un fondo sonoro sofisticado y vibrante.

Bambino – Canciones de Amor Prohibido (1998)

He estado pensando qué disco de flamenco incluir en la lista. Casi cae el debut de Estopa (si se le puede catalogar flamenco), también pensaba en “El Blues de la Frontera de Pata Negra, o “Songhai” de Ketama pero al final nos quedamos con “Canciones de Amor Prohibido” de Miguel Vargas “Bambino”. Esta colección de sevillanas, rumbas y baladas, con su voz rasgada y pasional, es de lo más animado que ha dado nunca ese glorioso género. Su compás de palmas y guitarras flamencas es ideal para la segunda tanda de choricitos y panceta.

C. Tangana – El Madrileño (2021)

Te gustará más o te gustará menos, pero es cierto que El Madrileño (2021), es un disco repleto de hits que van del flamenco al bolero, pasando por los ritmos latinoamericanos. Todo ello bajo la mirada urbana de C. Tangana. Con colaboraciones de lujo, este álbum entrelaza palmas y guitarras clásicas con beats contemporáneos y líneas de saxofón cálidas. El broche perfecto para los postres.