10 Razones para aprender a tocar un instrumento

10 Razones para aprender a tocar un instrumento

Escuchar música es divertido, pero hacer música lo es incluso más. Es muy fácil entender por qué los padres desean que sus hijos sean capaces de disfrutar de este maravilloso hobby. Después de todo, aprender a tocar un instrumento musical tiene muchas ventajas para los más pequeños, tales como ventajas cognitivas, motrices y mentales, sólo por nombrar unas pocas. Aquí os presentamos 10 razones por las que deberíais animar a vuestros hijos a aprender a hacer música y entrar en un fantástico mundo de descubrimientos.


1. Aprende a tocar un instrumento para relajarte

Según varios investigadores, tocar un instrumento musical puede ayudar tanto a adultos como a niños a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, independientemente de su nivel técnico. También puede reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión.

Además, tocar un instrumento musical puede mejorar las habilidades para resolver problemas y mejorar las capacidades cognitivas en general. Tocar un instrumento musical lleva a entrar en un “estado de fluidez”, un término acuñado por el renombrado psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi. Se trata de un estado que se encuentra entre el aburrimiento y un estado de alerta máxima. Este estado permite sincronizar con la música y tocar sin problemas. Relajarse es una buena razón para aprender a tocar un instrumento, pero yo diría que es una excelente razón para enfrentar los muchos desafíos que encontramos en la vida cotidiana.


2- Tocar música puede estimular la inteligencia y la capacidad lingüística

Desde hace más de diez años, investigadores del cerebro del Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y Neuronales en Leipzig llevan realizando estudios sobre la influencia del aprendizaje musical en el habla y el procesamiento musical en niños. En sus estudios, Sebastian Jentscke y Stefan Koelsch llegaron a la conclusión de que la música y el lenguaje se procesan en las mismas áreas del cerebro. Esto significa que los niños que tienen un grado avanzado en interpretación musical también lo suelen tener en sus habilidades lingüísticas. Y esto, evidentemente, es absolutamente útil en la escuela y en el mundo laboral.


3- Aprender a tocar un instrumento fortalece la confianza en uno mismo

Si los niños aprenden a tocar un instrumento, podrán superar más fácilmente pequeños escollos al principio y en el futuro incluso dificultades más grandes. Con cada nuevo proceso de aprendizaje van quitando obstáculos de su camino. Gradualmente irán haciéndose mejores a la hora de resolver problemas y pronto podrán hacer cosas que no todo el mundo será capaz de hacer.  Esto fortalecerá su confianza propia y auto estima, haciéndolos más fuertes mentalmente, incluso en situaciones que no tengan que ver estrictamente con la música.


4 – Aprende a tocar un instrumento y conócete mejor

Es un hecho que cuando los niños están ocupados con un instrumento, por defecto, también se están ocupando de sí mismos, de su cuerpo y mente. Básicamente se van a escuchar atentamente a sí mismos. Para dominar un instrumento se necesita un control corporal preciso e intrincado. Esto se desarrolla en la interrelación de los sentidos y la auto reflexión, una cualidad que ayudará a los niños durante toda sus vidas.


5 – Aprende a tocar un instrumento y entenderás mejor la palabra «respeto»

Los músicos deben tomar en consideración a los otros músicos con los que tocan y escucharse entre ellos. Si todo el mundo en una banda o en una orquesta sólo tocara para sí mismos, la canción o composición se convertiría en un galimatías. Cada uno tiene su tarea específica dentro del conjunto a la vez que todos se ayudan y apoyan mutuamente. Esto es un proceso de aprendizaje personal sobre el respeto a los otros a tu alrededor, lo que promueve mejores competencias sociales, algo que es muy importante aprender a una edad temprana.


6 – Aprender a tocar un instrumento incrementa las habilidades cognitivas y la concentración

El movimiento y la coordinación, el tocar y el sentir, el escuchar y ver están muy conectados a la hora de hacer música, por no mencionar el uso de la imaginación y la creatividad. Las habilidades cognitivas y la agilidad mental se incrementan casi de forma instantánea. Según un estudio llevado a cabo por Ines Jetsch, de la Universidad de St. Andrews (Reino Unido), «una educación musical superior conlleva una mayor rapidez a la hora de resolver problemas, sin que esto comprometa la efectividad, así como una mayor eficiencia en el procesamiento de información y, por tanto, una habilidad mayor de concentración«.


7 – Aprender a tocar un instrumento entrena la paciencia y la resistencia

Puede llevar un tiempo antes de que un niño domine un instrumento y sea capaz de poder hacer sus primeros conciertos. Cuando practican su instrumento lo harán con esmero y ánimo, pero a veces se hará pesado y probablemente quieran dejarlo. Pero si vosotros (padres, familiares o profesores de música) les animáis con cuidado, seguirán intentándolo y verán recompensados en un futuro no muy lejano sus esfuerzos. Y eso, qué duda cabe, les proporcionará un gran sentimiento de felicidad.


8 – Creatividad a tope

Los instrumentos abren una puerta a un mundo completamente nuevo para vuestros hijos. Les permite probar cosas, experimentar, simplemente hacer algo desconocido y sin precedentes. A lo mejor incluso tocarán canciones conocidas con su propio toque individual. A lo mejor improvisarán y ejecutarán el tono perfecto en el contexto perfecto y en el momento adecuado. Si dejáis que vuestros pequeños aprendan su instrumento favorito, les estaréis permitiendo descubrir su yo interior, algo que les acompañará por el resto de sus vidas.


9 – Un instrumento es un amigo valioso

El primer instrumento, especialmente, se convierte en un mejor amigo, un confidente, que es fiel al niño en todas las situaciones. Tanto si es un violín, como una trompeta, una flauta, guitarra, teclado o acordeón, el niño apreciará el valor del instrumento porque entre ellos habrá una relación íntima y especial. Incluso los niños más tímidos y reservados son capaces de expresar sentimientos que no serían capaces de expresar o que no querrían expresar de otra forma. Una salida para sus emociones.


10 – Músicos –  una comunidad de gente afín

Y por último: tocar un instrumento es mucho más que manejar una máquina. Es una forma de vida y los niños la compartirán con un increíble número de personas con las mismas inquietudes. La mayoría de músicos han tenido la misma experiencia o muy parecida cuando pasan de tocar sus primeras notas a tocar piezas más complejas. Una comunidad extraordinaria con un gran sentido de unidad.


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Juanma vive en Barcelona y se pasa el día inmerso en el mundo de la música entre ensayos, grabaciones y conciertos.

8 comentarios

    Estoy de acuerdo que aprender a tocar un instrumento agrande e el alma….

    Es realidad
    Tengo un hijo musico,y ha progresado mucho compartiendo.

    Todos mis hijos son músicos,y mi nieto de tres añitos ,toca la armónica ,y su padre lo acompaña con su guitarra,pero mi nieto toca desde los dos añitos .

    ¡Qué orgullo de familia! 🙂

    Mi hija de 6 ańos está aprendiendo a tocar guitarra, violín ,teclado y acordeon, me doy cuenta que es muy feliz en sus prácticas diarias y siento también que al ir avanzando lo comparte, expresa y se complementa muy bien eso con el colegio.

    ayuda a ejercitar el cerebro y disminuye muy notablemente el envejecimiento neuronal, toco teclado, batería, trompeta y guitarra, mi hijo guitarra, un nieto trompeta, teclado y batería, el pequeño batería, un mi casa cada celebración es una fiesta!

    Es lo más saludable para la mente y forja una personalidad única que con el tiempo dará sus frutos a aquel que lo practique con disciplina y cariño

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