Si llevas un tiempo produciendo y grabando podcast, o si quieres empezar en el mundillo pero quieres hacerlo en el tramo medio, medio-alto... esta grabadora de Zoom es para ti. Es el peldaño siguiente al uso de grabadoras de audio digital portátiles y el escalón justo anterior a una mesa de mezclas tradicional, tipo Rodecaster —por poner un ejemplo—.
Es muy ligera y, aunque no es para llevar en el bolsillo, cabe en cualquier mochila o bolso; la construcción es sólida y tanto los botones, como los controles de volumen tienen la sensibilidad y comodidad adecuadas. La pantalla LED podría ser más grande, pero es un peaje a pagar en favor de la reducción del tamaño y la comodidad. Se ve perfectamente para producir en directo y para monitorizar niveles.
La calidad de audio dependerá en gran medida del tipo de micrófono que acoples, pero con un Shure SM58 —que es el más 'batallero'— funciona perfecto. Los pads para pregrabar audios facilitan MUCHO una producción en falso directo y te pueden ahorrar bastante tiempo a la hora de editar, luego; la entrada de audio vía USB + Skype o Zencastr va de lujo, al igual que la conexión vía Bluetooth de cualquier móvil.
Es súper versátil, tiene capacidad para adaptarse a diferentes setups y dinámicas de grabación y, aunque no he exprimido todas sus posibilidades aún —la compré hace menos de seis meses— puedo atreverme a decir que vale cada euro del precio que, por otra parte y subjetivamente, me parece competitivo.
Si tienes previsto hacer muchas grabaciones en exteriores me plantearía utilizar un powerdock portátil aunque con baterías AA puedes funcionar sin problema. Si te preocupa especialmente el consumo miraría la posibilidad de comprar aparte un adaptador DC pero, siendo honestos, con un powerdock y/o portátil puedes grabar literalmente donde quieras. Zoom ha pensado en los podcasters... y se nota.