Es un buen fuzz al que se le puede sacar mucho partido.
A parte de la calidad del sonido y los acabados, es muy versásil y sencillo.
Volumen, tono y ganancia. Dos modos: big y tight.
En el modo Big te encuentras con el clásico fuzz, con mucho cuerpo y sustain, pegada y definición. Puedes darle caña hasta hartarte.
El modo tight te ofrece un fuzz más controlado, suave, menos estridente, más cremoso, tirando a distorsión.
Con estas dos opciones y sus tres parámetros, muy precisos, tienes una gran paleta de tonos.
La construcción es sólida. No te importará pisotearlo.