Se trata de un pedal de construcción robusta y cuidada, de diseño bastante acertado y armonioso.
En cuanto a su manejo, es sencillo y bastante intuitivo, los knobs van muy finos y son precisos, así como los pulsadores que no dan ni un fallo.
El verdadero fuerte de este wampler es su sonido. No vais a encontrar otro overdrive más marshallero y versátil. Absolutamente camaleónico, puedes obtener sonidos desde muy cálidos y con un crunch sutil, hasta una bestia parda y afilada.
Un pedal pro que no puede faltar en una pedaleara de un guitarrista de grupo pop, rock o heavy, ya sea solista o rítmica.