Si queremos mover nuestro querido Kemper de la comodidad del hogar/estudio, y llevárnoslo a ensayar o al peligroso escenario cervecil, mejor transportarlo en un flightcase.
En este caso, perfecta adaptación, materiales de calidad, debajo lleva un pequeño hueco para el cable de alimentación. Las mariposas de cierre no fallan, rígidas, y el asa de agarre en su sitio desde el primer dia. Precio competitivo, nada más que pedir de un producto asi