Diseño y construcción
La construcción no está a la altura de los luthiers especializados pero en relación calidad-precio no está mal.
El diseño de rabel centroeuropeo está muy bien y es muy bonito.
El acabado exterior es correcto pero el interior es algo tosco (rebabas en los oidos y marcas interiores de las gubias de vaciado de la caja piriforme) lo que va en detrimento del sonido.
El puente es demasiado grueso y tosco lo que le resta volumen sonoro.
Cuerdas
Las cuerdas son de muy baja calidad. Es imposible afinarlas en C-G-D porque quedan demasiado flojas y el sonido no es bueno. Hay que afinarlas en G-D-A para que comience a sonar ya que requieren más tensión.
Arco
El arco está bien y cumple su función perfectamente. En este caso sujetado al estilo de las violas de gamba. Muy logrado el aspecto de la época.
Mi experiencia
He experimentado cambiando el puente por uno de viola para hacer la prueba y con cuerdas de tripa de violín (Aquila) con lo que gana bastante en calidad y algo de volumen.
El sonido de las dos primeras cuerdas es el que se espera de este tipo de instrumento. No está mal.
La cuerda grave tiene algún problema de armónicos que hace que suene tosca y sin brillo. Creo que habría que ponerle un alma, similar a la de los violines, que conecte la tapa armónica con la parte inferior de la caja para ganar pujanza sonora. Posiblemente también una barra armónica. Aunque no son recursos medievales, las necesidades actuales en una sala de conciertos, iglesia, etc. requieren mayor volumen de sonido.
Por su tamaño no es cómodo de tocar en el hombro o en el pecho (a diferencia de los rabeles soprano y alto), debiendo ser tocado de forma vertical, como las violas de gamba. En esta posición es cómodo y funciona bien.
Finalmente la adición de trastes de tripa, a gusto del intérprete, puede ayudar a sacar un sonido más redondo, así como ayudar en la digitación, ya que las distancias varían bastante en función del lugar de colocación del puente. Si se quiere unas distancias tipo violín el puente debe ser colocado casi arriba del todo de los oidos. Colocándolo un poco más abajo se consiguen distancias de viola y cuanto más abajo más grandes serán éstas. Todo ello sin que afecte al sonido que permanece igual, esté el puente más arriba o más abajo.
Conclusión
Ideal para acompañamientos de música medieval a dobles cuerdas (cantigas) y melodías poco complejas. No recomendado para solos de dificultad media-alta en los que es mejor utilizar una fídula (vihuela de arco medieval).
