Un micro de gama baja, pero de una marca profesional: eso quiere decir que su construcción es fiable, viene bien empaquetado y con instrucciones que realmente no hacen ni falta (sólo hay que conectarlo, no tiene ningún control como filtro pasa-altos o atenuador).
En nuestro caso, lo adquirimos para grabar en la escuela de audiovisuales con cámaras tipo DSLR, es decir, cámaras de fotos que no tienen un buen micrófono incorporado, con lo que la calidad aumenta claramente. Su sonido es correcto, muy superior al de la cámara (lo probamos con alguna Canon y Lumix). Además, al separarlo de la cámara mediante la suspensión de Rycote que trae, se minimiza el ruido interno del enfoque o del anti-vibrador de la cámara.
No se puede esperar que se comporte como un micro de cañón clásico como por ejemplo un Sennheiser 416 o sus hermanos mayores de Rode, pero su tamaño lo hace perfecto para incluir en la funda de la cámara.
Cosas a tener en cuenta:
-La "lira" de Rycote que trae como suspensión funciona bien, pero parece frágil, da la sensación de no aguantar un buen golpe; eso no lo hemos probado todavía, afortunadamente.
-El "perrito" (windshield) que trae está muy bien construido, pero en nuestro caso tiene cierta holgura, con lo que da la sensación de poder soltarse y no cumplir su misión. Con viento moderado funciona, con viento muy fuerte se queda corto.
-No vale para un teléfono móvil directamente, ya que tanto los android como los Apple (iPhones o iPads) traen una conexión especial para cascos y micrófono, hay que buscar un adaptador. Esto no es un problema del micro, pero hay una versión especial de Rode para ese caso.
-Hay que desconectar la ganacia automática en la cámara si se quieren buenos resulados (esto tampoco es problema del micro, es un consejo): las cámaras más sencillas no tienen opción de ganacia manual, con lo que a pesar de usar este micro el sonido será más "casero", con el bombeo típico de la ganacia autmomática (AGC)