Está claro que no es el mejor micrófono de cañón, pero compite dignamente con sus homólogos de otras marcas, que se encuentran en torno a los 900-1000 euros. Después de varios meses de uso en interiores y exteriores, estoy muy contento con él. Es todoterreno y, aunque no es el ideal para producciones cinematográficas, ofrece una calidad más que suficiente para los vídeos profesionales que hago. Lo uso con una grabadora de campo Zoom F4 y con un Rode Blimp (o un softie kit) y no se aprecia ruido de fondo.
También lo he usado directamente en cámara, con una XDCAM, y estoy muy satisfecho con los resultados. A pesar de que en este caso los previos pueden ser peores que con esta grabadora de campo, sigue registrando un sonido claro y rico en matices.
Tiene más ángulo de lo que esperaba, aunque sigue haciendo falta un buen trabajo de pértiga para aprovechar al máximo sus buenas cualidades de captación. Sin duda, lo recomiendo para profesionales que vengan de un cañón más básico y quieran mejorar sus grabaciones, y para cualquiera que necesite un cañón versátil con un nivel de calidad dentro del estándar. Si buscas lo mejor, ya te vas a precios de 2000 euros, pero para la mayoría de trabajos, con esto basta. Bien por Rode.