Cuando comencé a tocar se me abría la carne debajo de las uñas hasta sangrar, con la consiguiente frustración por no poder coger la guitarra durante varios días. Bastante tiempo después, cuando ya no tocaba a diario, volvía a abrirse la carne.
Hace tres años descubrí este líquido y, desde entonces, siempre tengo un bote cerca.
Se trata de una base principal de pegamento quirúrgico transparente, con algo más que no cuentan, que sella la unión entre la carne y la uña en segundos. Se aplica con un pincel como el de la laca de colores normal y se seca en dos minutos, no debes tocar nada ni presionar las yemas para que endurezca de forma correcta. Puedes tocar directamente, limarte las uñas y lavarte las manos y permanecerá durará varios días en función de la humedad natural de tu piel. A mí me llega a durar casi una semana.
Los flamencos disponen de endurecedores de callos y uñas en sus tiendas especializadas pero no he encontrado nada tan específico como esto. Mucho mejor que aplicarse pegamentos de cianoacrilato (Super Glue) que destrozan el tejido exterior de los dedos y no dejan transpirar a las uñas.
Por cierto, una advertencia, si te aplicas pegamentos de cianoacrilato, recuerda que no puedes tocar las partes sensibles de tu pareja porque es tremendamente agresivo con los tejidos internos del cuerpo incluso seco.