El RCF Art 310-A MK IV es un altavoz activo idóneo para diversidad de aplicaciones, desde la sonorización de salas pequeñas hasta el uso como monitor de suelo en escenarios. Sus 400 vatios RMS y la posibilidad de biamplificación prometen riqueza de sonido. RCF concede gran importancia a una reproducción de un sonido fiel al original, transparente y dinámica. Se incorporan filtros FIRPhase especialmente desarrollados dentro una carcasa resistente a los arañazos. Con ello, el RCF Art 310-A MK IV también se muestra ideal para montajes y desmontajes frecuentes, algo especialmente idóneo para aplicaciones móviles en vivo. Pero también ofrece la posibilidad de uso en instalaciones permanentes gracias a la rosca M10 integrada.
Con un woofer de 10" y un transductor de agudos de 1" con VC de 1,5", el RCF Art 310-A MK IV alcanza un nivel máximo de 127dB. Gracias a su potencia de pico de 800 vatios, este altavoz está capacitado para cubrir la sonorización de salas pequeñas, y de igual manera para trabajar como monitor en escenarios pequeños. El difusor del tweeter proporciona un ángulo de dispersión de 90°x60°. El suministro de alimentación tiene lugar a través de una toma IEC para aparatos de baja tensión, mientras que para las señales de audio se recurre a un conector XLR y otro jack a elegir. Pero RCF ofrece aún mayor flexibilidad gracias al conmutador integrado para seleccionar la sensibilidad de entrada. De esta forma, permite conectar un micrófono de moderación o para lanzar anuncios directamente al monitor.
RCF ha desarrollado el Art 310-A MK IV para la sonorización frontal en salas de pequeño tamaño y también como monitor de suelo para bandas o artistas solistas. Para obtener un sonido equilibrado, transparente pero potente, RCF otorga gran importancia a los filtros FiRPHASE integrados. Por medio del conmutador Flat/Boost, también hay opción de aportar al sonido una porción extra de graves. El amplificador ha sido integrado en la carcasa, eliminando así la necesidad de adquirir un amplificador externo. Esto no sólo ahorra costes, sino también espacio. Por otro lado, la carcasa de plástico en color negro mate se integra de forma agradable y discreta en el entorno.
El fabricante italiano RCF comenzó su andadura en 1949 con la producción de micrófonos, ampliando su catálogo posteriormente para incluir diversos productos para sonorización en la década de los años 1950s. Con la creación de su propio departamento de desarrollo de altavoces, RCF logró hacerse un nombre y convertirse en proveedor de numerosos fabricantes de altavoces de renombre en USA y Europa. Los altavoces Hi-Fi también forman parte de la gama desde 1970 y a partir de 1980 además se dedican a la amplificación de audio en el sector de la automoción. Desde 1990 y hasta la actualidad, RCF ha sido uno de los mayores proveedores del mercado de altavoces profesionales.
Durante el montaje, la ligera caja de 12,4kg es fácil de manejar gracias a una asa integrada en la parte superior. La forma más rápida de poner el altavoz a trabajar es colocándolo sobre un soporte de altavoz usando el conector para montaje en poste que incorpora. Pero también es posible una instalación en volado si se fija el arco de sujeción en U opcional a las roscas M10. Es el momento de proporcionar alimentación al altavoz y llevar una señal de audio a la entrada. Ahora simplemente hay que elegir entre las variantes Flat o Boost, seleccionar Line o Mic según la fuente de entrada, encender el monitor con el interruptor al lado de la toma de corriente y subir lentamente el control de volumen para obtener el sonido deseado.