Si además de radiar música deseas enviar mensajes locutados necesitarás imprescindiblemente una de las llamadas estaciones de megafonía. Estas se componen de un micrófono y una unidad de teclado con la que se pueden dirigir los mensajes bien a líneas individuales (zonas) o bien a todo el sistema al completo.
Se cuenta también como ventaja con la posibilidad de conectar varios micrófonos de mano adicionales (al mezclador o a la central). Si los micrófonos son unidades inalámbricas (p.ej. el Sennheiser Powerpack), además se puede en grandes salas o espacios radiar los mensajes independientemente del lugar desde donde se encuentre el locutor (p.ej. un presentador en un campo de fútbol).
También existe la posibilidad de dar prioridad en la emisión a diferentes micrófonos. De esta forma cuando comienza un mensaje hablado se atenúa la música automáticamente, volviendo inmediatamente a su nivel una vez finaliza la locución.
Naturalmente no hay que olvidar el cableado desde el amplificador a los altavoces o los grupos. Como hemos insistido, nos podemos ahorrar aquí secciones de cable grandes (0,8 mm en vez de 2,5 mm2 y más) bajando de una los costes por un lado y posibilitando alargar las tiradas de cable al máximo por otro.