Esta guitarra es una compra maestra.
Su diseño tiene claras reminiscencias Rickenbacker, aunque con matices en fondo y forma.
Por tipo de puente y cordal, forma del golpeador y disposición de potenciómetros y selector de pastillas, y ser una semi-hollow, hablaríamos de una inspiración en las Ricks de las series 330 y 360, aunque los cutaways se emparentan más con la serie 600. Su abertura en el cuerpo, es de tipo “f” en vez de “tajo”.
El cuerpo es semihueco de caoba con un diseño de tipo Telecaster Thinline, mientras que las Ricks de la serie 300 es un bloque de arce en el que se fresan dos grandes cámaras.
El mástil de esta Harley Benton sí es de arce, encolado y con diapasón igualmente de palorrosa pero sin barnizar, una de las grandes señas de identidad de las guitarras Rickenbacker. Otra diferencia importante es la anchura del mástil, que en la zona de la cejuela tiene una anchura de 48 mm, frente a los 43 mm de las Rickenbacker.
La pala es similar a otras eléctricas de 12 cuerdas, en cuanto a que son alargadas y las clavijas se alinean 6 a cada lado. No obstante, la pala no es exagerada, las clavijas son de tipo Schaller Mini y sorprenden por su calidad, manteniendo bastante bien la afinación y con un movimiento suave. Si bien apreciamos algo de descompensación entre el ancho mástil más el obligado mayor peso de la pala de este modelo con respecto a la anchura del cuerpo, la guitarra no cabecea de forma ostensible.
Nos ha sorprendido los buenos acabados que trae la guitarra, tanto en pinturas, lijado de trastes como en el ajuste general del instrumento. Prácticamente sólo hemos tenido que ajustar un poco la acción para que quedara a nuestro gusto.
Las pastillas son unas Mini Humbucker Artec Classic, de inspiración en forma y sonido en las clásicas Gretsch Filtertron. Nos llama también la atención la separación tan apreciable de la pastilla del puente con respecto al mismo, muy superior a casi todas las guitarras que conocemos hasta el momento.
Hemos comprobado también la electrónica y el cableado y no tienen nada que envidiar a otras guitarras de su segmento y zona de fabricación. No hemos notado ruidos de masa o zumbidos cuando la hemos conectado a nuestra unidad Line 6 POD HD500 ni al ampli Vox Valvetronix AD120VTX.
Las cuerdas son de calidad bastante aceptable (D’Addario). El encordado es el habitual en todas las eléctricas de 12 cuerdas que no son Rickenbacker, esto es, que en los 4 juegos de cuerdas graves, la cuerda fina va primero viéndola desde arriba.
A pesar de ser una guitarra candidata a realizarle las típicas mejoras o customizaciones que suelen demandar los instrumentos asiáticos, volvemos a sorprendernos con un instrumento Harley Benton que no nos llama nada más comprarla a realizarle dichas modificaciones.
En cuanto al sonido de la guitarra, desenchufada tiene una sonoridad amplia y compensada. Cuando la amplificamos, y como sucede con cualquier eléctrica de 12 cuerdas, la primera idea es casi innata: ¿se acercará al modelo por antonomasia, la Rick de 12 cuerdas?
Lo que diremos al respecto es que esta Harley Benton suena muy bien. Creemos que las pastillas son un gran acierto, pues estas minihumbuckers Artec nos aportan bastante potencia pero a la vez control y equilibrio. La pastilla del puente nos permite obtener con relativa facilidad esos repiqueteos tan buscados en guitarras de este tipo para acercarnos a algunos de los sonidos que todos tenemos en la cabeza en este sentido (Beatles, REM, Byrds…) Y ello a pesar de la gran distancia de esta pastilla con respecto al puente, tal vez motivado para que el brillo no sea excesivo.
Con las dos pastillas a la vez y con la pastillas del mástil en solitario nos volvemos a sorprender del buen sonido que obtenemos, con graves generosos pero no opacos, dulces pero no fofos.
En conclusión, cuando supimos de la existencia de esta guitarra las sensaciones que nos daba, dentro del terreno de la intuición más que de la certeza, eran bastante esperanzadoras.
Luego la realidad pone a cada uno en su sitio, o al menos intentamos que ya siempre sea así. No podemos pretender ser objetivos, pues hablando de cuestiones artísticas, los parámetros estéticos son personales, si bien poco a poco hemos ido huyendo de la euforia en la adquisición de material nuevo.
El caso es que esta guitarra es una gran inversión para cualquier guitarrista que busque a un precio imbatible tener una eléctrica tan especializada como es la de 12 cuerdas.
Es cierto que a no pocos compañeros y amigos guitarristas que han sabido de su existencia, estéticamente esta RB-612CS les ha parecido fea. Yo creo honestamente que exageran, a mí me parece bastante bonita, aunque sí es cierto que la abertura tendría que haber sido un tajo en vez de la “f”.
Compra absolutamente recomendable.