He comprado ya 3 de estos transductores, y en el próximo pedido incluiré otro más. Con ellos he podido "electrificar" un dobro, un banjo, una mandolina y me falta únicamente el Ukelele.
El sonido es bastante natural e, instalado convenientemente, no se producen acoples indeseados. La pasta que incluye para adherir el transductor es todo un hallazgo, pero hay que saber dosificarla ya que en este caso "menos es más": con una pequeña bolita que cubra todo el transductor con una fina capa es suficiente para dejarlo fijo de forma casi permanente.
Entrando a analizar el sonido, es el típico que esperaríamos de un transductor y convenientemente amplificado (lo he probado directo a mesa, en amplificadores de guitarra y en un amplificador AER para guitarra acústica) ofrece la misma naturalidad y practicamente indistinguible en calidad de sonido con dispositivos de precio ampliamente superior. En este sentido, se trata de una compra maestra.
El secreto está en la instalación, ya que hay que buscar un compromiso entre el timbre que andemos buscando (que suene lo más equilibrado posible), minimizar los acoples y que la instalación sea lo más duradera posible (que las vibraciones no provoquen que se desprenda el transductor). En cada instrumento en el que lo he instalado la colocación es distinta: En el dobro el mejor sitio lo encontré en el mismo puente biscuit, en el banjo por la parte interna del parche, justo entre el puente y el tailpiece, y en la mandolina el "sweet spot" en mi opinión está en la parte inferior de la tapa.
De todos, el instrumento más susceptible a acoples resultó ser el banjo, pero rellenando el resonador con trapos desaparecen 100% - es cierto que el sonido es entonces más eléctrico, pero aún así sigue sonando bastante natural -.
En resumen, no debería faltar en la dotación de ningún instrumento acústico y por ese precio seguro que no te equivocas.