Llevo más de 20 años tocando la guitarra, tengo una extensa colección de guitarras: tres Ibanez Prestige (dos son Signature), una Premium, una Strato mexicana y una Strandberg Boden 7 (pre-NX). Y esta guitarra está a la altura de todas esas sin lugar a dudas, y bastante por encima de mi Fender mexijaca.
Nada más abrirla me sorprendió lo oscuro del tostado del mástil (y su olor característico... que a mí me gusta) y cómo éste contrasta con el cuerpo blanco mate. La combinación es preciosa, la verdad. No hace justicia en las fotos. El mástil: una pasada. Cómodo como el de una guitarra de cuatro o cinco veces más su valor, y acabado mejor que muchas guitarras mucho más caras, como una Strandberg NX6 que tuve que devolver por el mal acabado del mástil que tenía. Un 10 para Harley Benton, de verdad.
Una vez ajustada (venía MUY mal de fábrica, ataque altísimo, cuerdas oxidadas, etc...), y con cuerdas nuevas se ha convertido en una guitarra MUST dentro de mi colección. El sonido es agradable, suficiente para no tener que cambiar pastillas. Limpios claros, con un sonido ala "Strat", y distorsiones definidas, tanto en single como en doble. El puente es fácil de ajustar y las clavijas mantienen la afinación de manera increíble. No son Gotoh, pero hacen su papel. Quizá es la parte del hardware más floja.
Por otra parte, y como único contra (y es uno muy gordo): al abrir la guitarra escuché el tintineo de una pequeña pieza de metal cayendo al suelo. Al principio no le hice caso, porque no vi nada extraño, y pensé que podría ser alguna llave o algo que nada tuviera que ver con el instrumento en si... pero a la hora de ajustarla, cuando le estaba cambiando las cuerdas, me di cuenta de que... ¡uno de los tornilos de las clavijas no estaba! Al fijarme bien, vi cómo éste estaba partido, con el cuerpo del tornillo dentro del clavijero. Encontré la cabeza del tornillo, y al consultar con mi Luthier de confianza, me comentó que lo mejor sería pedir un reemplazo de la guitarra ya que esa es de las pocas cosas que no pueden ser arregladas sin agujerear la madera. He pensado en quedármela así e intentar arreglarla yo en un futuro ya que la clavija está bien, en su sitio y no se ha movido. Pero he pensado que siendo nueva, no merece la pena. Y repito que me duele tener que tramitar el reemplazo y quedarme sin ella. Es un guitarrón.
He intentado agotar todas las posibilidades para no tener que devolver la guitarra, ya que un reemplazo tardará más de dos meses debido al bajo stock de este modelo en el momento de esta review (finales de septiembre de 2023). No quiero deshacerme de ella, es una guitarra increíble y en menos de 3-4 días ya se ha hecho un hueco en mi colección, repito, a la altura de mi RG550-DY del 87 o mi Ibanez UV777-P de 2008.
Si te toca la guitarra en la que todo está bien, hazme caso y no lo dudes. Cómpratela. Si no, Thomann responde. Y recuerda que el número perfecto de guitarras en tu colección es X+1. Te costará creer que esta preciosidad en todos los sentidos sólo vale 399€ puesta en casa. Y sí, he comprobado mil veces el precio. Es INCREÍBLE.