Harley Benton CST-24T Ocean Flame

Producto muy versátil equivalente a modelos más caros de marcas de renombre. En esta línea de precios gana con diferencia pero recordemos que sigue siendo una guitarra china de doscientos euros, necesita mucho ajuste para uso profesional.

Sonido claro, equilibrado en agudos y graves naturales que aportan el cuerpo y la tapa de caoba.
El sonido de las pastillas Wilkinson es nítido y cristalino pero se deja saturar siendo apto para todo tipo de estilos. Conectado a un G-Force y un V-amp le saco bocetos de Carlton, Gambale, Chaquico, Sykes, Marsden y hasta Rosendo (no sus riais que va en serio).
El puente Wilkinson viene octavado para el juego de 0,9 a 0,42 que trae y, tras mucho ajuste, puedes hacer bendings y palanqueo Gilmour manteniendo una afinación sensata.
Preparada, puedes llevarla a directo para evitar escorromoñar el lacado de tu flamante PRS de cuatro papeles con el vocalista hiperactivo y su orbital movimiento de micro. En estudio da el pego y, si cambiamos pastillas, rematamos pero las que trae dan mucho juego.


Como luthier:

Es un producto de doscientos euros hecho por chinos en una cadena de montaje con control de calidad mínimo.

Cuerpo bien vaciado pero sin espacio suficiente delante del bloque del puente para que flote sin tener que elevarlo. Podemos trabajarlo en el banco como si fuera un puente de estrato. Buena resonancia.

Diapasón y trastes bien repasados, no es la mejor madera del mundo pero chupa aceite de limón que da gusto. Acceso rápido y cómodo a los veinticuatro trastes; no parecen muy duros pero, con muchos años de bendings SRV, se los cambiaré. Peso bien balanceado.
No he tocado el alma del mástil porque no le hace falta pero he leído a algún usuario quejándose de su bloqueo, el tiempo dirá.

Clavijero muy inestable, sustituido por un Schaller.

Cejuela, de grafito crema bien acabada, y puente con la altura y acción perfectas para mi psoriasis artrósica.
Repasado el ancho de las ranuras de la cejuela y engrasadas junto con las sillas del puente con grafito líquido (dejad los lápices para el cole y rascaros el bolsillo que no es caro y dura mucho).

Puente Wilkinson estable. No se trata del modelo que cuesta casi como la guitarra que alguno dice por ahí, usan un modelo mucho más económico pero ni te enteras. Para ajustar la presión de sujeción de la palanca, utilizamos la llave Allen pequeña, de las dos suministradas, en el orificio tras el puente al estirarlo hacia delante. No viene documentado pero ya lo sabes.
Feos los dos tornillos de los muelles, de mala calidad y uno de ellos desgastado, que tuve que cambiar para mover el puente sin crujidos.

Electrónica china, todo en su sitio pero tendremos que apantallarla, si tocas delante de un muro de pantallas como KISS.
Pastillas Wilkinson de sonido muy limpio y versátil, me repito. El botón de tono tiene mecanismo Push-Pull para usar doble o simple bobinado y obtener un sonido más cristalino aún, casi estrato.

Acabado precioso mal finalizado, el chino de la cadena de lacado debía estar trabajando sin máscara ese día.
Mal acabado en las puntas del mástil y mella en el binding del aro inferior cuando el barniz estaba aún tierno. La laca se detiene en los bordes de los cajeados como si los hubieran fresado al final, queda raro y facilita los futuros desconchones.


Resumen:

Producto mejorable en su construcción, excelente sonido, excelente aspecto, excelente relación calidad-precio, excelente servicio. La recomiendo para aquellos que busquen una opción de calidad (tras ajustarla mucho) y muy asequible alternativa a guitarras de renombre, como segunda guitarra o para tocar y disfrutar con un abanico de estilos variado.

Gracias, Thomann, pero cuida más el detalle de los acabados porque los chinos te la cuelan.

Actualización, 16/10/2017:
Tras dos meses, ya estaba muy gusto con la versatilidad de su sonido y la comodidad de manejo pero el cableado de las pastillas estaba mal conectado al selector de bobinado y siempre sonaban con doble bobinado. Solicité el esquema para solucionarlo yo, me ofrecieron la posibilidad de sustitución y acabo de enviársela. Cuando fui a ponerle la tapa de la caja de los muelles (de plástico mal acabado) ya no cabía y se desconcharon dos partes de los bordes del lacado. Resulta incomprensible que un detalle tan nimio como fresar con un milímetro de holgura se les haya pasado por alto para que esto ocurra.
Cuando reciba la nueva seguiré comentando, la echo de menos.

Actualización, 07/12/2018:
Tras probar la nueva guitarra durante tres semanas, me reafirmo en que es un gran instrumento por su precio.
Suena con una variedad de matices muy rica. El cuerpo pesa más y la viruta ahora sí parece de caoba, extraño. Correa DiMarzio calzada y a volar.
Como detalle, vino con las cuerdas oxidadas pero las cambié por unas Harley Benton recubiertas.

Tengo esta guitarra desde hace 9 meses ya. Desde entonces vivo enamorado de esta guitarra. En el momento que me llego fue afinarla y ya podría haber estado listo para tocar con ella en un concierto. Sin embargo, decidí hacerle un ajuste por mi propia cuenta para prepararla para la música que hago (metal alternativo en Drop C). Después de preparar la guitarra, haciendo hincapié en ajustar la cejilla al calibre que uso, puedo decir que ahora sí está perfecta. Antes de esta guitarra usaba una Schecter Revenger y una Fender Showmaster. Ahora me voy de gira con esta guitarra y he grabado un disco con la misma. Aunque eventualmente cambiaré las clavijas de afinación para mayor seguridad, esta guitarra es justo lo que buscaba y necesitaba.

La guitarra es fantástica para el precio del que estamos hablando. Si eres un profesional de la música no busques aquí, pero si, como yo, eres aficionado y tocas con amigos por el gusto de tocar... excelente.

No acabamos de sacarnos los prejuicios con las marcas de guitarra de encima. Y lo digo porque ya me he oído que la guitarra desafinaba, que si la pastilla, que si el diapasón... y de eso nada. Me gusta trastear los instrumentos, y he ajustado muchos míos y de amigos, y esta guitarra se deja ajustar casi igual que cualquier otra que triplique su precio.
Donde se nota su precio es en la calidad de las maderas, y en detalles tan tontos como los potes de muy baja calidad, pero los herrajes cumplen sobradamente y las pastillas suenan genial.
El mástil es cómodo y está bien terminado. La afinación es buena y la estabilidad correcta.

En definitiva, no esperes una PRS de 3000 euros, porque no lo es ni de lejos, pero tampoco pienses que no vale para nada, se toca y se disfruta mucho más de lo que cuesta.