Gretsch G9500 Jim Dandy Flat Top

La verdad es que tengo un sabor de boca agridulce. La guitarra llegó pronto esta mañana y acabo de terminar de ajustarla ahora, unas cinco horas de trabajo después.
En cuanto la saqué de la caja y empecé a tocarla pensé... madre mía, ¡está altísima! Entre eso y que lleva unas cuerdas .012, parecía imposible de tocar.
Inmediatamente pensé en devolverla, pero después de tocar (como pude) un par de canciones, había algo en el sonido que me gustó mucho (pocos graves, y buenos agudos y medios, que recuerdan mucho a los sonidos folk americanos de principios del siglo pasado). Tiene un sonido muy agradable para casi todo tipo de géneros.
El trabajo de trastes no es malo y, aunque hay pequeños defectos, la guitarra, por el precio que tiene, está muy decentemente hecha; como pasa con otras guitarras fabricadas en Indonesia (algunas Harley Benton y algunas Chapman, por ejemplo).
Está bien, pensé... pues vamos a meterle mano. He tenido que reducir algo más de dos milímetros (¡es un montón!) el puente y trabajar la cejuela para que las cuerdas tuvieran una acción agradable. Después de eso, tengo que reconocerlo, me encantó el sonido y la "tocabilidad".
¿El problema? Que como no tengas unos mínimos conocimientos de ajuste lo vas a tener bastante complicado (aunque tampoco hace falta ser ingeniero) y un luthier suele cobrar entre 50 y 150 € por un trabajo como este. Entonces... ¿te vas a gastar casi lo mismo que cuesta la guitarra en su ajuste?
En definitiva, creo que es un problema grave de fabricación que, por otro lado, es bastante fácil de resolver por parte de Gretsch. Entendería que la guitarra no estuviera perfectamente ajustada de fábrica por este precio, pero que al menos fuera "tocable". La mía en concreto era literalmente imposible de tocar según salió de la caja.
Por otro lado, tampoco me parece un buen regalo para un principiante: puede desanimarlo de por vida.

No he podido tocar demasiado, pero la guitarra está dentro de las expectativas para un instrumento en este corte de precio. El uso que se va a dar es tenerla a mano siempre, en el salón, la habitación de la niña, a mano para tocar sin necesitar enchufar y ocupando un espacio reducido. Además poderla llevar a las fiestas de cumpleaños, y quedadas con sus amigas conforme vaya creciendo (tiene 2,5 años) y que, si ella quiere empezar a tocar, disponga de un instrumento más adaptado al tamaño de su mano. La idea es disponer de una referencia instrumental fácil de usar, asequible, bien fabricado, y que mantenga bien la afinación, para que ella vaya aprendiendo a entonar y modular su voz, mientras pasamos un buen rato cantando sus canciones favoritas. Si tienes las manos y los dedos anchos, que no es mi caso, el diapasón te puede venir estrecho.

La única razón por la que he quitado una estrella en la fabricación, es porque las clavijas de afinación son de hueso artificial. Me gustan más las metálicas. Dan una mayor sensación de solidez. La afinación es buena en todo el diapasón, lo que no es muy difícil porque es más corto que el de una acústica de mayor tamaño o una eléctrica. Tiene buena sonoridad con las cuerdas de serie (0.12). Quiero probar con 0.10, que seguramente baje la sonoridad pero será suficiente para el uso que quiero darle. Y el sonido, está ahí entre la acústica y la guitarra-ukelele. Lógico porque es una parlor. Si quieres un sonido de concierto o auditorio, tienes que ir a un tamaño mayor.

Una pequeña muy manejable y ligera, que me pide ir conmigo a todas partes y cabe en cualquier sitio. En mi opinión tiene una relación calidad-precio muy buena dentro de la gama de instrumentos de coste similar. Es divertida de tocar, también con slide. Hay que tener en cuenta la escala reducida y la acción no muy baja. Tiene un sonido muy interesante y buen volumen, considerando el cuerpo tan pequeño y delgado, además me han sorprendido los graves y lo bien que resuena. Mi unidad me ha llegado impecable en el envío de Thomann. El cuerpo y el mástil son agradables al tacto, los trastes bien hechos y suaves. Me gusta mucho también su diseño, ese color de la tapa y los inlays gorditos. Muy feliz con el regalo que me he hecho!

Como tantos de nosotros, vivo repartido entre dos ciudades. Así que cuando empecé a tocar, en la ciudad donde trabajo, todo era perfecto con mi HB D-120-BK y mi Yamaha FG800M hasta que tomé mis primeras vacaciones. Cuando saqué el billete de avión a mi ciudad natal, de pronto pensé: ¿nueve días sin tocar? Era un problema que hasta entonces no se me había planteado. Así que comenzó la búsqueda de una guitarra para dejar en casa. Ya tenía dos dreadnoughts así que buscaba algo distinto. Vi la Jim Dandy y (tras leer muchas reseñas y verla y oírla en Youtube) me enamoré, y me decidí por ella. Cuando llegué, la Jim Dandy ya me estaba esperando, y no me defraudó en absoluto: primero, estéticamente, la guitarra es una pasada. Después, su cuerpo y su mástil, más pequeños que aquéllos a los que yo estaba acostumbrado, son increíblemente agradables de tocar (al punto que, cuando recuperemos la movilidad, me traeré la Jim Dandy y me llevaré la HB). Sus maderas son distintas, tilo y nato, y se nota al tacto, la más agradable de las tres mencionadas, y en el sonido, más vibrante y menos rotundo que con la Yamaha, más definido y preciso que con la HB; distinto y bonito. Y pese a su menor tamaño no carece de proyección ni de sustain, si bien es menor obviamente que con la Yamaha, es suficiente. En resumen, otra gran guitarra, Gretsch ni más ni menos, a un precio inaudito.