Buen acabado, se ve sólido y a mi boquilla, una Soloist Selmer de pasta para alto sax, ajusta a la perfección. El aspecto es muy "premium" y el tornillo superior parece que vaya durar tiempo indefinido, que es por donde suelen fallar este tipo de abrazaderas.
En cuanto al sonido, ya es muy personal, cada abrazadera añade un tipo de ataque, de matices y flexibilidad muy particular para cada saxofonista. Depende de la boquilla, embocadura, tipo de música, de ataque... Para mi gusto facilita el ataque y la caña queda inmóvil a la base. Al timbre le añade un matiz más "grueso" y facilita el ataque de los graves y del registro agudo y sobreagudo.
Lo que le hace bajar una estrella es el "capuchón" o cubreboquilla, ya que lo encuentro incómodo y peligroso de poner sin lastimar la caña. Cuando encuentre uno adecuado lo sustituyo.