Como asiduo de esta marca y reciente dueño de una Schecter Omen 7, tenía la obligación moral de probarlas. Este pack dispone de la calidad, duración y timbre a los que ya estamos acostumbrados. Lástima que con las últimas olas de calor el sudor en las manos me haya aumentado, y con este el desgaste ha llegado antes de lo normal. Pero nada que no se solucione con el limpiador GHS convencional.
Ahora bien, por una vez tengo que ponerme un poco crítico con Ernie Ball debido a dos cuestiones que giran en torno a la séptima cuerda. De ahí que me plante en 4 estrellas.
Por un lado, el precio. La diferencia con el pack regular slinky de 6 cuerdas es bastante grande. La cuerda 56 supone una diferencia de 2,50 €, pero si compras el pack de 6 cuerdas individuales del calibre 56 sale a bastante menos cada una. Esto incita a la compra de cuerdas individuales de cara al futuro.
Por otro lado, está el tema del propio grosor de la 56. Si se afina en B standard, nada que objetar por mi parte, ya que la escala de 26.5 de mi Schecter genera suficiente tensión (breve inciso: las demás cuerdas obviamente han ganado más tensión que en una guitarra convencional, pero por mi parte al menos no ha supuesto un problema de comodidad). Pero si dropeas en A, pues... ahí ya pierde garra. Resulta llamativo que las guitarras de 7 cuerdas de Music Man, la marca "madre" de Ernie Ball, sean de escala 25.5, y ahí la séptima de 56 perdería esa tensión necesaria. Los de Schecter también venden las guitarras con cuerdas Ernie Ball de fábrica y por lo que comentaba de la relación escala 26.5/tensión no tienen mayor problema.
¿A dónde quiero ir a parar? A que quizás una 58 o incluso una 60 habría sido más adecuada para que la tensión general sea más homogénea. ¿Por qué no se hace así? Supongo que la razón obedecerá a causas de fabricación, producción, precio, marketing... Y como decía antes, es posible que tarde o temprano acabe comprando cuerdas individuales para la séptima, de calibre 58 o 60.