Todos hemos pensado al cambiar las cuerdas de nuestra acústica lo bien que suena pero lo excesivamente "nuevas" que suenan. Con las Elixir eso se acabó, porque desde que las sacas del paquete hasta que se rompen o las cambias, mantienen el punto dulce de "desgaste" en las cuerdas, sin el exceso de ataque de una cuerda normal recién puesta ni el sonido apagado de las que han llegado al final de su vida útil.
Igualmente, el precio está justificado por su durabilidad. No sé si llegan a durar 3 veces más que un juego standard, pero desde luego dura más. Mucho más.
Recomendabilísimas, hasta el punto de que las tengo montadas en todas mis guitarras, eléctricas y acústicas.