Si eres guitarrista, y tocas jazz, es difícil que no llegues a usar, en algún momento de tu trayectoria profesional, cuerdas D'Addario de entorchado plano. Yo, desde luego, desde que las "descubrí", las adopté como mis cuerdas todo terreno, para todas mis archtops. Son impecables en cuanto a sonido, entregando lo que cualquier guitarrista de jazz busca habitualmente, un tono grueso, orgánico, muy cálido y redondo. Los acordes complejos suenan muy bien, individualizando todas y cada una de las notas, y los sólos fluyen, claros e incisivos pero sin ninguno de los brillos que solemos considerar como tan molestos en este tipo de música.
Las recomiendo sin paliativos, ofrecen una excelente relación calidad/precio, al durar, además, una eternidad...