Tuve a lo largo de mi vida una buena veintena de amplificadores, de válvulas y de transistores, cuando era joven orientados al Rock y desde hace mucho tiempo enfocados al Jazz.
Por mis manos pasaron desde un Fender Twin Reverb hasta varios Polytones, pasando por Laboga, Roland, ZT, Phil Jones, y otros que prácticamente ni recuerdo. En la actualidad, aparte de este Boss Dual Cube LX, poseo un cabezal DV Mark Jazz 50 que combino con varias pantallas montadas con Eminence, y también un Cube 60 de Roland. Pues bien, sin lugar a dudas, el mejor amplificador que tuve hasta la fecha es este, y de lejos. Puedo decir que mi eterna búsqueda de MI sonido ideal ha terminado, por fin. Y no estoy exagerando. Este bichito alcanza unos niveles de configurabilidad realmente óptimos siempre y cuando se compre el complemento de Bluetooth. Una vez implementado con esta tecnología inalámbrica es cuando se obtiene todo el poder real de manipulación del sonido, que hace aún poco tiempo exigía disponer de unos equipamientos mucho más engorrosos y costosos, como, aparte del ampli en sí, varios pedales. Valga como ejemplo el hecho de que el Dual Cube LX ofrece, mediante enlace por Bluetooth, (o a través de USB), un ecualizador de 4 bandas, con parámetricos en medios graves y medios agudos, más shelvings en graves y agudos, sin contar un pasaaltos y un pasabajos. También se puede, por poner otro ejemplo, elegir y configurar con profusión de parámetros los ajustes de las reverbs, o el chorus, delay, etc... Simplemente impresionante, y sencillamente perfecto a la hora de buscar tu sonido, y todo dentro del propio ampli, sin pasar por ningún dispositivo externo.
A nivel de conectividad, lo único que puedo echar de menos es una salida para altavoz externo, y si acaso una entrada de micrófono con Phantom. Por lo demás, lo tiene todo, desde salida estéreo de línea con emulación de altavoz a USB.
En cuanto a potencia, evidentemente no es un monstruo pero sus 10 vatios son suficientes para tocar en ensayos, desde luego en casa, y eventualmente en la calle.
Lo verdaderamente importante, que es la CALIDAD de su sonido, es fantástica.
Para acabar, diré que gasté un poco más de dinero que su precio original ya que le puse el interfaz bluetooth, y también me hice con un emisor y un receptor inalámbrico de guitarra, y un par de cargadores y 16 pilas AA de Ni-MH. (Son necesarias 8 pilas para que funcione sin toma de corriente). De este modo, toco mi archtop preferida en cualquier sitio de mi casa o en la finca, sin ningún cable y con un sonido sencillamente perfecto, al menos para mi gusto. A este respecto, mencionar la calidad de los dos altavoces de 4 pulgadas diseñados específicamente para este ampli, que tienen una respuesta asombrosa, desarrollando unos graves bien profundos y unos brillos muy chispeantes si se desean.
Aquí interviene otra vez de forma muy determinante la ecualización, con la posibilidad de cortar la respuesta en graves y en agudos a la frecuencia deseada, en mi caso de los 80 Hz a los 3,2 KHz, para precisamente anular unos agudos que son muy necesarios en una flat top pero chirrían mucho en una guitarra de jazz de caja.
Señalar también que de las emulaciones que ofrece, la que mejor combina con mi guitarra es la de ampli de acústica, pero diría que todas ellas son muy logradas. A su vez, las 3 variaciones permiten jugar con, por ejemplo, tipos y tiempos de reverbs o cualquier otro parámetro que uno desee.
Como pega, señalar que la tapa del compartimiento de pilas no me parece muy sólida, maxime estando como está en la parte inferior del aparato, pero con un poco de cuidado espero que me dure todo lo que me queda de vida.
En definitiva, contentísimo con esta compra, y admirado ante lo que es ya la tecnología del presente y sin duda la que dentro de muy poco se considerará como el estándar.