Behringer lleva tiempo atrayendo atención por sus clones de sintetizadores clásicos, como el Odyssey, el Modell D, el CAT, el Wasp, el MS-30 o el Pro-One. El Deepmind no es exactamente un clone, pero puede considerarse una evolución de los sintecizadores de la seris Juno de Roland (Juno-6, 60 y 106), muy populares en su momento.
Ya su aspecto y diseño general recuerdan a los Juno, con menos colorido, más sobio y elegante, pero con la misma disposición de los faders, en una sola linea y en paralelo. A partir de ahí,m las diferencias son más que notables.
Para empezar, los Juno tenían un solo oscilador, mientras que el Deepmind tiene dos. El VCO 2 solo genera una onda rectangular, que no es mucho, pero ya sirve para añadir flexibilidad, cuerpo y caracter a los sonidos. Además, el Deepmind incorpora un arpegiador y una sección de efectos. Los efectos son realmente magníficos, dando una dimensión realmente sorprendente al sonido y quizás lo único que puedo criticar es que precísamente los presets se apoyan demasidao en los efectos para dar una idea del sonido real, o de las posibilidades, del sintetizador. Mi recomendación, desconectar los efectos al principio y trastear con los osciladores y filtros "a pelo", hasta hacerse con ello, y luego ya incorporar los efectos.
Otra diferencia es que, mientras que en un Juno, cada función del sintetizador estaba controlada por un único fader o boton en el panel, en el Deepmind hay funciones a las que solo se puede acceder entrando en el sistema operativo. Las principales siguen ahi, con sus faders y botones dedicados, pero este es un precio que hay que pagar por la funcionalidad añadida, supongo.
La construcción es excelente, solida y de gran calidad, totalmente de acero salvo los paneles laterales, que son de madera. Incorpora, además, un cliente WiFi propio, lo cual estará muy bien, imagino, aunqeu ahroa mismo no lo uso mucho. Además, está preparado para operar bajo realidad virtual, lo que es sorprendente, aunque no es si especialmente util o intuitivo.
El teclado en si es más que aceptable, firme y cómodo, sensible a velocidad y aftertouch. El sonido es realmente notable y su programación, incluso con las funciones "escondidas", es muy sencilla. El sonido es totálmente analógica, aunque controlado digitalmente, lo que viene a ser algo así como tener lo mejor de los dos mundos, el sonido, profundidad y punch de lo analógico, y la estabilidad y capacidad de control de lo digital.
Hay dos versiones, de seis y doce voces, pero yo recomendaría que, si es posible hacer un pequeño esfuerzo economico, se opte por la de 1, porque es un sinte que invita a hacer pads densos y al tocar acordes es facil quedarse sin polifonía.
Pros: precio, construcción, sonido, facilidad de manejo, WiFi incorporada.
Contras: la pantalla no es precísamente "tecnología punta", pero teniendo en cuenta el precio, es algo con lo que se puede vivir.