Mi intención para hacerme con el crave desde el principio fué introducirme en el mundo modular/semi-modular. Aprender a usar el patchbay, las rutas de sonido, las modulaciones, etc..
Casi cualquier sintetizador moderno te viene con un mínimo de modulación. Así que con un poco de experiencia con otros sintes moderno, acercarse al patchbay del crave, no debe dar miedo.
Es un sinte monofónico, que sin tener en cuenta el patchbay, hace muy bien su papel. Suena bastante grueso, y el filtro tiene un barrido de frecuencias y resonancia bastante agresivo. El secuenciador es un extra excepcional. El acabado es bastante bueno, da sensación de cierta robustez. Los potes tienen buen tacto al girarlos.
Creo que es un sinte genial para todos aquellos que quieran aprender síntesis sustractiva, o los que quieran aprender con semi-modulares. Más que nada su precio de entrada lo hace atractivo para todos los públicos. Y sobre todo es un sinte muy flexible que puede encajar en cualquier estilo musical: funk, hiphop, jazz, techno, idm, experimental, house,...
Sinceramente cuando piensas lo que cuesta, es difícil de creer todo lo que ofrece. Como contrapartida, su carácter semi-modular, hace que carezca de memorias.
Recomendado.