Necesitaba un sampler por menos de 100€ y este cumplía con todas mis expectativas: pads, lector de tarjetas SD, posibilidad de conexión USB y MIDI... o eso pensaba yo.
Si solo utilizas los sonidos que vienen integrados en la memoria interna del sampler, tu experiencia va a ser buena. Quizás notarás que la carga de sonidos es lenta, o que la secuenciación MIDI externa es pobre, pero por el resto funciona perfectamente.
La pesadilla comienza cuando quieres utilizar sonidos propios a través de la tarjeta SD. A este sampler no le vale nada: la tarjeta tiene que estar formateada de una forma, los sonidos solo pueden cargarse con cierta resolución y muestreo, para cargarlos correctamente tienes que utilizar el software terrible del fabricante (pero terrible, eh)... y así hasta el infinito. Yo me he tirado más de 10 horas de sufrimiento para poder cargar mis propios kits, algo que en otros samplers llevaría menos de 15 minutos.
¿La realidad? Este producto pertenece a otra época y no está adecuado a esta en la que vivimos. Si Akai actualizase este producto y solucionase los múltiples problemas que tiene, sería un game changer, ya que no hay nada así por este precio. Hasta que llegue ese momento (si llega): no te dejes engatusar por lo que cuesta ni por las características. Lo vas a pasar mal. Te lo aseguro.