Si alguna vez has tenido la tentación de adentrarte en el mundo del banjo te habrán surgido unas cuantas dudas: ¿Uno de 5 cuerdas? ¿Tenor? ¿Banjo de 6 cuerdas? ¿O algún otro modelo? Os explicamos los diferentes tipos de banjo y sus particularidades.
Un banjo consiste, entre otras partes, de un timbal hecho de madera y/o metal, cubierto con un parche. En un extremo del timbal encontramos el mástil, y en el otro la sujeción de las cuerdas. En el centro del parche, cerca del extremo inferior de la caja, hay un puente de madera que se sujeta gracias a la presión de las cuerdas y a través del cual se transmite la vibración de las cuerdas al parche. Como resultado, se transfiere mucha energía rápidamente al parche de manera que perdemos “sustain” pero ganamos mucho volumen.
¡Avisamos! Los banjos pueden sonar muy fuerte
Parece que los instrumentos que tenían hasta entonces no eran suficiente y por eso inventaron dos componentes para que sonasen más fuerte: el resonador y el anillo tonal. El resonador es como un cuenco que va en la parte de atrás del cuerpo de un banjo (un banjo que no sea open back). Refleja el sonido que recibe de frente y lo devuelve de nuevo. El anillo tonal es un gran aro de metal montado entre la estructura de madera del cuerpo y el parche. Siempre que un banjo tenga estas dos partes sonará más fuerte que un open back. Pero también pueden llegar a pesar hasta 6 kilos o incluso bastante más (de hecho por eso mismo todavía existen banjos sin resonador ni anillo tonal). No tienen porque ser muy caros, los hay para presupuestos ajustados como este Harley Benton HBJ-25. Tu eliges que prefieres.
5 cuerdas: el tradicional
A pesar de que existen diferentes variantes de banjo, este es el modelo considerado por muchos músicos como único y genuino. Y de hecho es el primer modelo de banjo moderno. Hace casi 200 años no tenían trastes y las cuerdas eran de tripa (de hecho hoy en día todavía existen expertos que tocan este tipo de banjos).
La quinta cuerda es la más aguda (aunque va justo después de la más grave) y además es más corta que el resto; empieza en el traste número cinco. Casi siempre se toca al aire, aunque a veces se usa el pulgar para marcar esa cuerda.
Te darás cuenta que en cuanto subes de nivel el precio de los banjos se encarece, pero también hay modelos sencillos y económicos como por ejemplo el Recording King Dirty 30s Open Back Banjo o el Epiphone MB-100. También vale la pena echarle un vistazo al Deering Goodtime Banjo Starter Package: una opción ideal para principiantes que incluye un instrumento Made in USA, una bolsa de transporte, correa, púas para dedos, afinador y un DVD para aprender trucos con el banjo.
Cuatro cuerdas: Dixie Jazz

El fuerte volumen del banjo lo convierte en un superviviente perfecto en ambientes ruidosos. Por esta misma característica antiguamente se usaba este tipo de banjo como instrumento rítmico. Tiene una escala más corta y con una afinación más aguda: depende del instrumento, si es tenor ( c-g-d’-a’) o si es tipo celta (G-d-a-e’) una octava por debajo de la mandolina.
Este tipo de banjo se popularizó durante los años 20’s. Actualmente este instrumento se puede ver sobretodo en bandas tipo Dixie Jazz, de música irlandesa o celta. Una buena opción es este Deering Goodtime 17-Fret Tenor.
Una variante muy popular del banjo de cuatro cuerdas es el banjolele (banjo + ukelele), como el Harley Benton BJU-10 Banjo Ukulele.
Seis cuerdas: el más infravalorado
¿Qué pasa si mezclas una guitarra y un timbal en un mismo instrumento? Pues que tenemos un banjo de seis cuerdas, o una guitarra banjo. Se afina igual que una guitarra (E-A-d-g-b-e’). Este es el banjo perfecto para esos guitarristas a los que no les apetece nada aprender nada nuevo y solo desean tener el sonido de un banjo. Un pequeño cambio siempre puede aportar nuevas ideas y lo mejor es que no te costará mucho esfuerzo con este Harley Benton HBJ-26 6-String Banjo. Aunque si buscas un sonido todavía más tradicional yo probaría este otro Harley Benton de escala larga BJ-65Pro 6 String Banjo.
¿Entonces en qué me fijo?
Si alguna vez has tenido que adquirir algún instrumento ya conocerás los puntos clave: lo primero de todo, tiene que ser cómodo para ti, con un mástil lo suficientemente fino para agarrarlo con la mano, sin bordes afilados. Hay que fijarse sobretodo en que los trastes no sobresalgan de la madera en caso de que esta se haya encogido (lo cual no suele ser problema de la madera que escogemos, sino del ambiente seco), aunque son cosas que se pueden arreglar en cualquier taller.
El instrumento debe de estar perfectamente ajustado. Curvatura cervical, la posición de las cuerdas, la tensión del parche y la posición del puente. Nosotros nos encargamos particularmente de que todos nuestros banjos salgan ajustados del taller y listos para sacar de la caja y tocar.
¿Me dejo algo?
Si ya te has decidido a comprar un banjo piensa en los accesorios. Ya sabes, hay que proteger el instrumento, así que una funda o bolsa de transporte te vendrá muy bien, igual que un afinador. Como hemos mencionado antes, a veces los banjos pueden llegar a pesar bastante, por eso mismo una buena correa puede ahorrarte muchos problemas físicos. Si lo tuyo es tocar al estilo clawhammer puedes aprender con Mel Bay, sino vas a necesitar unas púas de dedo. ¡Yee-Haw!
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